Tener una explotación ganadera que sea rentable es el objetivo de cualquier ganadero y para ello es preciso tener en cuenta ciertas recomendaciones básicas que ayuden a cumplir dicho propósito.
Según un trabajo realizado por AfiFarm y publicado por el portal infortamboandina.co, los avances tecnológicos, especialmente en lo que respecta al monitoreo de vacas, ponen a disposición de los productores nuevas herramientas para ayudarlos a alcanzar el éxito.
Para la empresa existen cuatro indicadores principales que pueden darle a los productores la ventaja que necesitan para asegurarse de que su lechería funcione con la máxima eficiencia, estas son: fertilidad, salud, tareas y manejos diarios e inventario de animales.
Fertilidad
Cuantas más vacas preñadas haya en una lechería, más leche se puede producir y ello significa más ganancias. Para optimizar la producción de leche, los productores buscan maximizar las tasas de concepción, principalmente mediante el monitoreo de signos de celo de sus vacas para determinar el momento oportuno de inseminación.
Cada intento de inseminación fallido se traduce en una pérdida financiera, por lo que las herramientas que pueden ayudar a rastrear, y lo que es más importante, analizar los datos de fertilidad representan una ventaja estratégica para los productores. (Lea: La fertilidad es cinco veces más importante que el desempeño, dice experto)
En tal sentido es importante conocer qué vacas están listas para ser inseminadas en un determinado día; cuándo es la ventana de fertilidad exacta de 8 horas para cada vaca; y, si existen indicios de que alguna de las vacas preñadas ha sufrido un aborto. Con esta información, el productor tiene en claro lo que debe hacer para garantizar las tasas de concepción más altas de la manera más eficaz.
Salud
La detección temprana es clave para la prevención de problemas de salud graves. Sin embargo, ni el productor más atento puede tener vigiladas a las vacas las 24 horas del día y es probable que se pase por alto las señales de alarma. Un sistema de monitoreo de vacas automático es fundamental para alertar al productor sobre los signos de patologías que pueden requerir algún tratamiento.
Las vacas muestran signos de salud y bienestar a través de su comportamiento, de sus niveles de actividad y de su postura (por ejemplo, la posición de las orejas). Otros signos fisiológicos, como la respiración, la frecuencia cardíaca y los metabolitos en sangre, son también algunos indicios sobre el estado de salud de la vaca. (Lea: Cómo llega a ser la cultura sanitaria un factor clave en la rentabilidad del hato)
Si bien estos parámetros son importantes, el indicador más importante de la salud de una vaca es la rumia. Mediante el monitoreo y el seguimiento continuo de la rumia, el productor puede obtener información sobre el bienestar de la vaca e identificar rápidamente los signos de cojera, cetosis y neumonía.
Tareas y manejos diarios
Si bien el hecho de conocer con exactitud el estado de fertilidad y de salud de cada vaca y las acciones relacionadas puede ser de gran impulso para la eficiencia de la gestión de la lechería, el disponer de una lista de tareas de otros elementos de acción para realizar en el día hará que aumente la eficiencia general.
La lista debe incluir el secado, en función de los parámetros establecidos por el productor, se generará una lista de vacas que están programadas para ser secadas y trasladadas al lugar correspondiente; Fechas de parto próximas: el productor puede ver una lista de todas las vacas cuya fecha de parto se encuentra dentro de un período determinado (dentro de 3, 7 o 20 días, por ejemplo), lo que le permite saber qué vacas van a parir de forma inminente y deben ser examinadas. Adicionalmente, detección de la preñez a partir de la información sobre la inseminación anterior.
Inventario de animales
A la hora de elaborar estrategias y planificar rutinas y actividades tanto a corto como a largo plazo, es útil tener una idea clara de cuántas vacas y vaquillas hay en la lechería y el estado de cada una. En lugar de tomar un lápiz y un papel y contar manualmente cada vaca y vaquilla, puede hacerse de manera sistematizada dividiendo en vacas y vaquillas. (Lea: Conozca detalles de cómo y cuándo llevar a cabo un inventario bovino en su finca)
En el primer caso se debe determinar el número total de vacas, el de vacas preñadas, el de vacas vacías y de vacas secas.
En cuanto a las vaquillas se debe tener en cuenta el número total, el de las que están preñadas, las vacías de 13 meses en adelante, las de entre 6 y 13 meses y las de 0 a 6 meses.
Las lecherías más exitosas siguen una rutina que se lleva a cabo de la misma forma todos los días. Disponer de un tablero que reúna toda la información clave en un formato fácil de usar le brinda al productor una importante ventaja en lo que respecta a la gestión de la lechería y le garantiza que ésta funcione con la máxima eficiencia.