Los residuos de arroz, maíz y gandul son un buen complemento en la alimentación de bovinos de carne, pues los residuos de cosecha ayudan a promover la seguridad alimentaria de los bovinos, además de generar una reducción en los costos de producción. Conozca más detalles.
Los altos costos de producción de los alimentos comerciales y el impacto que provocan estos en el ambiente, le ha dado una oportunidad a alternativas alimenticias como los residuos de la cosecha de arroz, maíz y gandul, como se explica en una investigación desarrollada por Kristell Paullette Mendoza Pacheco de la Universidad Técnica de Babahoyo en Ecuador. (Lea: ¿Qué residuos de cosecha puede amonificar para ofrecer a su ganado?)
Si bien los residuos de la panca del maíz o la yuca son utilizados para la alimentación de los bovinos, existen también los residuos de las cosechas de frutas como el mango, banano, pera, mora o maracuyá en países como Argentina y Chile, luego de haber sido sometidos al ensilaje de rumiantes por su alto contenido nutritivo.
Los subproductos del arroz son altos en fibra y en los contenidos de la pared celular son sus más importantes nutrientes. Los principales residuos de cosecha de arroz están compuestos de un 80% de pared celular incluyendo sílice y oxalatos.
Esta pared está constituida esencialmente de celulosa con un 40%, de hemicelulosa un 30% y de ligninia un 10%, siendo estas fracciones variables que aumentan con la edad de la planta, pues entre menor sea su edad, mayor su digestibilidad.
Los desechos del maíz tienen un total de nutrientes digestibles igual o superior al 70% con base seca, siendo su contenido de fibra cruda igual o superior al 18%, cualidades que le dan un factor importante para suplir al principal alimento del ganado en tiempos cítricos.
Por su parte, el gandul es muy factible utilizarlo en la implementación del ensilaje para ganado vacuno ya que el forraje de este contiene entre 10 y 17% de proteína, además que tiene un buen equilibrio de aminoácidos porque cuenta con fuente de vitaminas solubles como la tiamina, riboflavina y niacina.
La investigadora menciona que las semillas de estas especias se aprovechan como concentrado para el ganado, pues en el caso del gandul, este puede ser usado como proteína suplementaria en la dieta diaria de vacas afectando la producción de leche, materia seca y ambiente ruminal.
Mendoza Pacheco asegura que el rastrojo de maíz y tamo de arroz presentan un alto contenido de fibra cruda y bajo nivel de proteína cruda, pero también procesos como amonificación fermentación en estado solido, incrementando el contenido de proteína cruda y proteína verdadera. (Lea: ¿Qué subproductos de arroz se pueden ofrecer al ganado?)
Además, el afrechillo de maíz confiere un suplemento de alto valor energético con un nivel de grasa no inferior al 4%. En su caso, el gandul ofrece múltiples beneficios en la alimentación animal, su cascara se utiliza como forraje, eliminando el problema de la contaminación ambiental.
El aporte del maíz y subproductos como complemento en la alimentación para el ganado, disminuye la compra de concentrados comerciales y los costos de alimentación.
Aunque los componentes fibrosos se mantienen elevados, se podría propiciar su uso en la elaboración de raciones para alimentación de rumiantes y los residuos de cosecha permiten brindar productos de ganado bovino una alternativa para la época en el que el verano afecta la cantidad y calidad de forraje disponible para los animales, de tal forma que, por lo menos, se logre el mantenimiento del peso y se evite pérdidas. (Lea: Forrajes y residuos de cosecha, alimento idóneo para bovinos)