Cuando las vacas sufren de cortadas en sus ubres la pérdida de leche es significativa, situación que afecta de forma directa la economía de un hato. Aprenda a manejar esta problemática.
Eventualmente y dependiendo del cuidado y manejo del hato, las vacas pueden presentar problemas en sus pezones. Un mal manejo, las cercas con alambres de púas u otros objetos, pueden lesionar a los animales causándoles lesiones que afectan su sanidad y la productividad del hato.
De acuerdo con Martín Vázquez, médico veterinario y gerente de TVGAN Remates, las malas prácticas realizadas en los predios lácteos y la presencia de objetos que pueden perjudicar algunas partes de las vacas, hacen que los animales sufran afectaciones en las ubres. (Lea: La solución a la mastitis bovina está en manos de los productores)
“Cuando los semovientes brincan las cercas hechas con alambres de púas, en muchas ocasiones los pezones quedan agarrados en ellos. Luego, el animal intenta zafarse y es ahí cuando son trozados los pezones”, agregó Vázquez.
De igual forma, el veterinario aseguró que esta afectación traerá grandes pérdidas en la rentabilidad del predio ganadero, pues al verse afectado el esfínter del pezón se tendrá un goteo permanente de leche. (Lea: Sellado de pezones, sinónimo de rentabilidad y bienestar animal)
“El esfínter del pezón sirve, como en cualquier orificio del semoviente, para retener el líquido. Cuando este es alterado por una rasgadura o una cortada, la leche no se retendrá sino que tendrá un fluido constante lo que repercutirá en pérdida de dinero para el productor”, aseveró Martín Vázquez.
Para Germán Prada Sanmiguel, coordinador de la Clínica Veterinaria de la Universidad de La Salle, la solución a esta problemática está en la reconstrucción del pezón, una cirugía que está costando en el país entre $150 mil y $200 mil. (Lea: Brote de estomatitis vesicular bovina sigue ganando terreno)
“La reconstrucción del pezón consiste en reavivar la herida causada por alguna rasgadura. Se realiza una buena derivación y se sutura dejando el tejido en perfecto estado. Generalmente, cuando se reconstruye, es necesario dejar una cánula intramamaria que es por donde la leche drenará, ya que ordeñar será difícil”, añadió Prada Sanmiguel.
Después de realizada la cirugía, es necesario que la vaca entre en reposo durante 12 días para volver a ser ordeñada. En este periodo, el pezón cicatrizará para luego quedar totalmente funcional. (Lea: La ubre, el órgano más importante en la producción de leche)
La reconstrucción de un pezón siempre debe ser realizada por un médico veterinario quien, además de ejecutar la cirugía, indicará el procedimiento para el posoperatorio y dará el paso a seguir en el ordeño del semoviente.