En un Cuaderno de Campo en el que participa CIPAV, FAO y otras organizaciones se expone que la vaca cuando está ´próxima a parir tiene buena condición corporal, es decir está gorda, pero, durante los primeros 100 días después del parto sucede lo que se explicará a continuación: (Lea: Cómo debe ser la cuarentena de la vaca parida)
La vaca pierde bastante peso y se pone delgada sobre todo durante los primeros 45 días.
La producción de leche alcanza su mejor momento.
El consumo de alimento puede no ser suficiente para la producción de leche.
Por lo general, los partos ocurren en los meses más críticos, cuando no hay mucha disponibilidad de buena comida. Entonces, para producir leche, las vacas recién paridas usan las reservas de grasa que tienen en su cuerpo, y, por lo tanto, se ponen flacas, lo que no permite una buena reproducción.
Durante el parto, la vaca pierde calcio, proteína y energía, tal como menciona el Cuaderno de Campo. Por lo que, para recuperarlos, es necesario darle alimentos que proporcionen estos elementos importantes:
El calcio se repone mediante el suministro diario de sal mineralizada a voluntad.
La energía se puede reponer mediante el suministro de caña de azúcar o pasto de corte como el Taiwán o King Grass, a razón de unas 25 libras, por vaca al día, durante este periodo de tiempo.
La proteína se puede ofrecer mediante el uso de leguminosas forrajeras como el madero negro, a razón de unas 12 libras por vaca al día y pastos de potrero.
Cuando hace falta la energía y la proteína en la comida diaria de las vacas, estas no producen las hormonas necesarias para entrar en celo y preñarse pronto después del parto. (Lea: Peso de las vacas, indicador esencial en la reproducción del ganado bovino)
Además, de mejorar la alimentación, es importantes un buen manejo del amamantado del ternero.
El ternero debe ser amamantado dos veces al día, durante los primeros tres meses de su vida, el primero por la mañana, en el ordeño y el segundo, cuatro o cinco horas después. Después de cada amamantado, el ternero debe ser separado de su madre, lo que se conoce como amamantado restringido.
Esa separación no significa que el ternero va a recibir menos leche y estar mal alimentado ya que un ternero, en cada amamantado, no necesita más de media hora.
Esta separación temprana del ternero de su madre, hace que la vaca se dedique más a comer y alimentarse bien y que los nutrientes ayuden en la elaboración de las hormonas necesarias para la reproducción y que el cerebro de la vaca dirija bien las funciones de producción de leche y preñez al mismo tiempo.
Cuando el ternero permanece más tiempo con la vaca, en el amamantado y en potrero, el cerebro de la vaca está concentrado en bajar leche y dar de mamar al ternero, además que el ternero no la deja comer con tranquilidad.
Finalmente, el amamantado por mucho tiempo, aún en terneros grandes, hace que estos se tomen la leche que la vaca estaba produciendo en su ubre para el día siguiente.