Existen diversas causas que hacen que se presente una frecuencia escasa en la defecación. La dieta alimenticia, la torsión intestinal, la retención de gases y ciertas enfermedades son algunas de ellas. Cuando las heces permanecen durante mucho tiempo en el colon, se absorbe una gran proporción de su contenido en agua, el material toma una consistencia dura y esto dificulta su expulsión voluntaria. César Gómez Velásquez, médico veterinario, magíster en ciencias veterinarias y especialista en gerencia de Empresas Agropecuarias, explicó que cuando un animal no puede expulsar la materia fecal es posible que sea por diferentes razones, que van desde la torsión intestinal, hasta la dieta alimenticia que recibe. (Lea: Cólicos en bovinos, una problemática con solución de expertos) Una torsión instestinal produce un bloqueo en el tránsito digestivo desde el rumen hasta el colon. Se presenta una retención de gases y esto podría ocasionar que el animal no pueda expulsar las heces. Gómez Velásquez expuso que la base de la dieta que tiene el bovino es una de las causas más comunes por las cuales los bovinos sufren de estos trastornos. Apuntó que cuando se requiere una buena producción de leche, los ganaderos o encargados de los animales diseñan una dieta alta en proteína o fibra, con esto en ocasiones el bolo alimenticio no se metaboliza correctamente, afectando de esta manera el tránsito intestinal. Asimismo comentó que cuando los bovinos se alimentan con dietas altas en granos, como la soya o el maíz, se puede producir una impactación abomasal o movimiento del abomaso, ocasionando un bloqueo en el tránsito y en la expulsión de las heces. (Lea: Funciones básicas del aparato digestivo de los bovinos) "Cuando la vaca muestra signos de dolor, se echa, se levanta y se patea el abdomen con las patas trasera, posiblemente se este presentando algún problema digestivo como los que mencioné y se debe diagnosticar y tratar el animal", aseveró. Sobre el tema, Juan Fernando Vela, médico veterinario y experto en manejo animal, comentó que cuando hay animales que son alimentados con mucho concentrados es posible que se presenten problemas digestivos porque la base alimenticia debe ser el forraje. Cesar Gómez también dijo que cuando los animales se encuentran en climas calientes y están muy expuestos a garrapatas o moscas, se puede presentar una patología que se conoce como anaplasmosis. Esta produce una atonía ruminal que interrumpe el movimiento del bolo alimenticio a nivel de todo el aparato digestivo. En cuanto al tratamiento, el magíster en ciencias veterinarias señalo que cuando la dificultad para evacuar heces se produce por la dieta se puede ayudar a restablecer el tránsito intestinal con administración de aceites minerales vía oral. (Lea: El rumen, motor de la digestión en los bovinos) El experto en manejo animal coincidió con su colega y manifestó que cuando el animal no está evacuando correctamente, y sufre algún trastorno digestivo o afección, se debe realizar un proceso de lubricación y en esos casos los aceites son de gran ayuda.
En el caso de que la alteración haya sido producida por una anaplasmosis, sostuvo que se debe estimular la rumia con alimentos más fibrosos, como pastos o heno. Añadió que cuando ocurre por el movimiento del abomaso, el tratamiento es netamente quirúrgico. Mencionó que cuando es necesario evacuar el colon, algunas operadores o encargados de la finca se valen de una palpación rectal con la mano y esto ayuda a que el animal evacue la materia fecal. El tratamiento de este trastorno varía de acuerdo a la causa y la gravedad del cuadro clínico. En algunos casos se puede resolver mediante ajustes en la alimentación, en otros, puede llegar a ser necesaria la extracción manual de las heces. La recomendación es que antes de tomar alguna decisión el animal sea revisado por un experto en la materia. (Lea: Cómo tratar 2 tipos de indigestión en bovinos)