Aunque esta raza fue introducida hace 60 años en el país, volvió a tomar fuerza con el ingreso de animales de México que a su vez fueron desarrollados de una línea de Estados Unidos. Los productores le apuestan a estos ejemplares por su producción de carne.   Esta especie de ovino adquiere su nombre por la región de Hampshire en el sur de Inglaterra. Allí fue desarrollada por la mezcla de diferentes razas que coexistieron y se cree que se fundó con razas como Bershire Knot, Willshire Horn y Hampshire Old.   Alejandro José Camargo Plazas, presidente de la Asociación Nacional de Caprinocultores y Ovinocultores de Colombia, ANCO, contó que la raza Hampshire fue introducida por primera vez en Colombia en la década de 1950 por la antigua Caja Agraria.   “En estos últimos años han ingresado nuevos ejemplares de México, que vienen de una línea americana que es mucho más alta y pesada”, precisó. (Lea: 5 razas ovinas con mejor adaptación en Colombia)   Señaló que por ser una raza europea, se encuentra en predios de clima frío, en zonas como la sabana de Bogotá, el valle de Ubaté; el municipio de García Rovira, en la parte alta de Santander; y el Cocuy, en Boyacá.   Su hocico, orejas y patas son negras y libres de cobertura lanar. La lana es blanca, compacta, de mecha corta y fina. En Colombia no se utiliza esta raza porque posee poco valor y se considera de inferior calidad.   “Es una lana más bien burda, gruesa y de poca longitud. Entonces cuando se va a hilar, no se da el suficiente rendimiento, además de que la mecha o el hilo es muy grueso. En el caso de las ruanas, va a consumir mayor cantidad y va a ser más pesada porque la lana es gruesa”, sostuvo. (Lea: Aumenta comercialización de ovinos y caprinos en Colombia)   Por eso se trata de una raza netamente carnicera, con animales robustos y hembras de buena habilidad materna. Los corderos se destetan a los 3 meses y medio con 32 a 35 kilos de peso. Su carne tiene buen sabor porque posee un marmoleo especial.     Se utiliza en cruzamientos con otras razas porque da corderos más precoces y pesados. Los machos llegan a pesar 130 kilos, mientras que las hembras alcanzan los 80 a 90 kilos en promedio.   “Es una raza terminal, con un nivel prolífico medio. Es originaria de la Southdown, la misma de la que viene el Suffolk, o sea que esta y Hampshire están muy relacionadas”, añadió el presidente de la ANCO. (Lea: Informe: Sector ovino-caprino, un gremio que pisa fuerte en Colombia)   Camargo Plazas aclaró que el carácter terminal de la raza quiere decir que todos los ejemplares que nacen de una misma familia son enviados a sacrificio por la calidad de su carne.   “Hay líneas maternas que son muy prolíficas, que tienen buena estructura de leche, buena habilidad materna. Y otras razas, que son más en conformación para piezas de carne”, puntualizó.   Al despostar el animal, se privilegian las piezas más valiosas como los costillares, los lomos y los perniles, donde está mayor proporción de carne. (Lea: Las 5 razas ovinas con más presencia en Colombia)