Su música no solo es un reflejo de su talento, sino también de una celebración de las raíces y la cultura del campo colombiano, como lo manifiesta, en una entrevista le que hace Sulam Hatum de CONtexto ganadero, en su hacienda llamada ‘La Margarita’ (Lea en CONtexto ganadero: Cómo seleccionar y cuidar a un caballo de finca)
Rafael Santos Díaz Acosta: Caballista y ganadero
Rafael Santos Díaz Acosta es oriundo de una zona donde estuvo en contacto con la música y las costumbres del campo. Su infancia transcurrió en el trabajo en las tierras familiares y las fiestas tradicionales que llenaban de música y danza las noches.
Este artista le cuenta a este medio que “la esencia de nosotros los Díaz es campesina y por eso nos gusta amar a los animales, cuidarlos, respetarlos y protegerlos”. El reconocido cantante ha unido su vida con Margarita Gallego, una amante a los caballos que lo ha encaminado aún más en el campo.
La Margarita: Un espacio en la ciudad con sabor a campo
De acuerdo a lo mencionado por Díaz, “mi esposa se crió en un seno familiar en donde conoce a los caballos desde la edad de 2 años, la misma en la que comenzó a montarlos. Entonces con Margarita unimos nuestros talentos, en mi caso el musical, y en el caso de ella, el quino. El resultado de esto es la creación de la hacienda ‘La Margarita’, espacio en el que las personas vienen a ver los caballos, ven como tratamos a los animales con respeto y cariño”.
En esta hacienda, Díaz Acosta cuenta con una gran cantidad de animales como los bovinos, los caballos de alta genética, muchos de ellos son importados de otros países. La Margarita cuenta con bovinos de raza gyr y brahman rojo, alguno de ellos ya han sido campeones en reconocidas competiciones. Además, tiene caballos con genética proveniente de Holanda.
Según Díaz “este un proceso que ha durado 30 años en la historia de linaje del restaurante. Tenemos caballos frisones holandeses, caballos percherones, caballos franceses, caballos gypsy vanner, caballos criollos de paso fino trote y galope, mini horses americanos y muchas variedades”.
Unas vacaciones diferentes: El niño que anhelaba ir al campo
Su infancia se llevó a cabo en un entorno de campo. Cuando era muy joven, Rafael Santos Díaz Acosta se diferenciaba de sus hermanos debido a que, como él mismo le cuenta a este medio, sus hermanos preferían vacaciones en el mar, la playa, Disney World.
Sin embargo, su respuesta era ir hasta el campo debido a que “parte de mi crianza me la dio mi abuela, en los primeros cinco años de edad mi abuela me crió en Carrizal y me enseñó a ordeñar, a sembrar, a lavar, a planchar y a todos los quehaceres del campo”.
Ese amor por el campo se lo ha transmitido Díaz Acosta a su hijo, quien al día de hoy es un aficionado a los caballos, al igual que la madre, pues ha sido ella quien ha querido transmitirle esa herencia de amor hacia estos animales.
Finalmente, Díaz Acosta señala que “nunca se debe cambiar la realidad y la esencia del campo. Yo les aconsejo que cada vez que empuñen la ubre de una vaca sientan que Dios está con ustedes y que el país los necesita”, refiriéndose a que el mundo necesita de un relevo generacional y los jóvenes deben ir al campo y aprender de esta labor. (Lea en CONtexto ganadero: Hoy se necesitan más jóvenes en el campo)