Invertir en ganadería sin poseer tierras puede parecer un desafío, pero existen diversas estrategias que permiten a los inversionistas beneficiarse del sector sin necesidad de comprar una finca. Sebastián Puerta, zootecnista y ganadero, compartió en sus redes sociales cuatro modelos de inversión viables para quienes desean incursionar en la ganadería sin adquirir tierras. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo invertir en ganado sin tener una finca propia? )
1. Ganado a utilidad
Este modelo se basa en una asociación en la que dos partes acuerdan la compra y el manejo del ganado. En esta modalidad, se fija un porcentaje de ganancia tanto para el inversionista, que adquiere los animales, como para el propietario de la tierra, quien los mantiene y maneja. Normalmente, el mayor porcentaje de utilidad se destina al dueño de la finca, ya que asume el costo del alimento y el cuidado del ganado.
Este modelo es una excelente opción para quienes desean invertir sin preocuparse por la operación diaria del negocio. Sin embargo, el éxito de este sistema depende de la confianza y la seriedad del acuerdo entre las partes. Se recomienda establecer un contrato claro para definir responsabilidades y garantizar la rentabilidad de la inversión.
2. Ganado a pastaje
En este caso, el inversionista es dueño del ganado, pero paga un arriendo por el uso del terreno donde pastan los animales. La tarifa del pastaje varía según la edad y el tamaño del animal. Por lo general, el alquiler oscila entre $40.000 y $60.000 pesos por animal al mes, con los animales más grandes generando un mayor costo de pastoreo.
Este modelo es ideal para quienes desean tener mayor control sobre su inversión sin la carga de poseer y administrar una finca. La clave del éxito en este esquema es seleccionar un predio con buena oferta forrajera y contar con un plan de manejo adecuado para garantizar la ganancia de peso de los animales.
3. El "burro amarrado"
Este modelo consiste en la compra y venta rápida de ganado sin necesidad de mantenerlo en un potrero. En otras palabras, el inversionista adquiere los animales con la intención de comercializarlos en un corto plazo, ya sea en ferias, subastas o plantas de sacrificio.
Para operar bajo esta modalidad, es fundamental tener un buen conocimiento del mercado ganadero, ya que la rentabilidad depende de la capacidad de comprar a un precio bajo y vender a un precio superior en poco tiempo. La experiencia y el análisis del mercado son esenciales para minimizar riesgos y maximizar ganancias.
4. Inversión en genética
La ganadería de alta genética es una opción rentable para quienes desean invertir a mediano y largo plazo. En este modelo, se pueden comprar animales completos o porcentajes de su valor para aprovechar su potencial reproductivo.
La inversión en genética se traduce en la recolección y comercialización de material genético, como embriones y semen, lo que permite obtener ingresos recurrentes sin la necesidad de criar los animales directamente. Este modelo requiere conocimientos sobre las tendencias del mercado genético y un buen plan de comercialización para colocar el material en los mercados adecuados.