Una investigación adelantada por expertos de Argentina, Colombia, España y Perú evaluó soluciones acuo-etanólicas (agua y alcohol) de aceites esenciales para medir su efecto como potenciales acaricidas e insecticidas para mitigar el impacto de estos parásitos en ganaderías.
El trabajo de Gil y otros titulado “Efectos garrapaticidas de algunos aceites esenciales” concluyó que estas sustancias parecen ser “las más promisorias en cuanto a las posibilidades como potenciales acaricidas e insecticidas y repelentes”.
Los autores probaron soluciones acuo-etanólicas de aceites esenciales de lippia (3 quimiotipos), Schinus molle, Tagetes, lavandina (dos quimiotipos), hisopo, romero y ciprés. (Lea: Así funcionan los aceites esenciales en la nutrición de bovinos)
Estas fueron sometidas a ensayos in vitro para evaluar sus efectos sobre le supervivencia y reproducción de las garrapata Rhipicephalus (Boophilus) microplus que, como explicaron, transmite la piroplasmosis y la fiebre Q en ganado.
Para evaluar la actividad garrapaticida de los compuestos y/o extractos, se tomaron diez garrapatas de peso similar por cada una de las tres repeticiones realizadas, además de dos grupos de diez garrapatas por control.
Los compuestos se prepararon a una concentración de 1 % (p/v) en etanol al 30 %; y de estos, los que mostraron una actividad promisoria fueron evaluados a concentraciones del 0,5% y 0,1% Como control positivo se usó cipermetrina 1000 ppm y control negativo etanol 30 %.
Las garrapatas fueron sumergidas en las soluciones de prueba durante un periodo de 20 minutos. Transcurrido este tiempo, fueron retiradas y puestas sobre cajas de petri en incubación a 26ºC durante 8 días. En este tiempo, se hizo el conteo del número de garrapatas que pusieron huevos.
Los aceites de Lippia, Tagetes e Hisopo mostraron buenos niveles de inhibición de la oviposición de las garrapatas y de mortalidad superiores al 50 %, a una concentración del 1%, pero con concentraciones menores (0,5 y 0,1 %), los resultados fueron inferiores.
Los aceites de varios quimiotipos de Lippia fueron los más activos, que “sorpresivamente mantuvieron niveles similares de actividad, lo cual indica un efecto sinergista o la presencia de una sustancia muy activa a concentraciones muy pequeñas”.
Según los expertos, las sustancias son volátiles, y su volatilidad se puede manipular por medio de un vehículo adecuado o a través de encapsulación. (Lea: El extracto del chumbimbo puede contribuir con otras sustancias en el control de garrapatas)
En el mercado, ya existe una buena oferta de estos aceites esenciales a precios razonables, excepto los que tienen un valor agregado muy alto por su destinación a la cosmética.
Sin embargo, esta clase de sustancia tampoco está exenta de efectos secundarios, como por ejemplo el citronelal y algunos aceites que lo contienen son fuertemente fototóxicos. (Lea: ¿Cómo el suministro de grasas y aceites esenciales ayuda a combatir el estrés calórico?)
Por otra parte, los efectos encontrados con varios quimiotipos de Lippia alba podrían indicar que la sustancia responsable de la acción sobre la oviposición y la postura estaría en concentraciones muy bajas o bien que se presentan un fenómeno de sinergismo entre varios de sus componentes.