Esta métrica, que mide la cantidad de animales que pueden ser sostenidos por un área determinada de tierra, desempeña un papel crítico en la viabilidad económica de las fincas ganaderas. Al analizar cómo la carga animal influye en la rentabilidad de estas operaciones, se revela un entramado de factores interconectados.

Jaime Elizondo, ingeniero agrónomo y experto en ganadería, expone que la carga animal es el factor que más influye en la rentabilidad de una finca con ganado. Por lo tanto, el número de animales productivos que pueda mantener el productor a bajo costo por año en la finca, determina la rentabilidad.

El profesional asegura que “si el productor hace el cálculo, se dará cuenta que ningún otro factor se acerca a la influencia que ejerce la carga animal sobre la rentabilidad de una finca. Los pesos al destete, el precio por kilo del animal vendido y otros factores no se llegan a comparar en la importancia que tiene la carga animal en la rentabilidad”. (Lea en CONtexto ganadero: Carga Animal, una herramienta de planeación para evitar pérdidas)

Esto se explica porque los gastos anuales totales se dividirán entre un número mayor de cabezas de ganados productivos, mantenidos a bajo costo.

En consecuencia, hay que tener presente que la carga animal está íntimamente ligada a la capacidad de carga de la tierra. Esta capacidad, determinada por factores como la calidad del pasto, el clima y la topografía, establece los límites de cuántos animales pueden ser mantenidos sin degradar los recursos naturales.

Lo anterior quiere decir que una carga animal adecuada garantiza que los potreros sean utilizados de manera sostenible, evitando la sobreexplotación y la erosión del suelo. Por ende, los productores que gestionan su carga animal de forma efectiva tienden a mantener una saludable productividad a largo plazo, lo que traduce en una mayor rentabilidad.

Para mantener esta carga animal, hay que contar con animales productivos, que se refieren a ganados “con buena condición corporal, buena fertilidad y excelente salud”, como lo menciona Elizondo, quien agrega que al evitar la superpoblación de animales en un área determinada, los productores pueden asegurar que cada individuo tenga acceso adecuado a los recursos necesarios para su bienestar y crecimiento.

Esta eficiencia operativa significa una reducción de los costos variables, lo que aumenta la rentabilidad de la finca en su conjunto.

Sin embargo, es importante destacar que la gestión de la carga animal no es una tarea sencilla, pues requiere un profundo conocimiento del ecosistema local, así como habilidades de planificación y gestión. Además, factores externos como el cambio climático puede complicar aún más esta tarea, exigiendo a los ganaderos una adaptabilidad y resiliencia constante. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca los pasos para la planificación de la carga animal de la finca)

El profesional concluye que “para aumentar el número de animales productivos por finca mantenidos a bajo costo por año, se debe implementar un programa de pastoreo, en donde no solo se logre duplicar la carga animal el primer año, sino que se estabilice la rentabilidad a largo plazo”.