De acuerdo con el experto en su artículo «Dilema: ¿qué se puede hacer con un cereal de invierno “helado”?», una opción viable es destinarlo a la producción de reservas, ya sea en forma de rollos o ensilaje de planta entera.
Esta última alternativa resulta especialmente adecuada para productores ganaderos con animales destinados a carne o leche. Los rollos, por otro lado, pueden ser utilizados en el mismo campo o comercializados, especialmente en años secos donde la reserva para el próximo otoño-invierno se convierte en un desafío y los precios se disparan.
Otra posibilidad es permitir el pastoreo directo del ganado en estos cereales afectados por heladas. Sin embargo, surge una nueva pregunta en este contexto: ¿es la calidad nutricional (ya sea en reservas o pastoreo directo) suficiente para la producción de carne o leche? (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué hacer para prevenir y mitigar los efectos de las heladas?)
Calidad nutricional de un cereal helado
La calidad nutricional de un cereal helado depende del estado reproductivo en el momento de la helada y del porcentaje e intensidad del color verde en sus hojas. Mayor intensidad de color verde indica niveles proteicos y digestibilidad más altos, mejorando la calidad final de la reserva o del pastoreo.
La producción de carne o leche derivada de estos cultivos helados dependerá del valor final de la proteína y la digestibilidad, así como de la proporción que se utilice en la dieta. En el mejor de los casos, con la adición adecuada de concentrados proteicos y/o energéticos para equilibrar la dieta, la producción puede ser sorprendentemente alta.
Según investigaciones del INTA Bordenave en Argentina, si el cultivo se heló durante la floración con más del 50 % de hojas verdes, la proteína puede variar entre 8-10 % y la digestibilidad entre 75-78 %. Sin embargo, si el porcentaje de hojas verdes es menor, ambos parámetros disminuyen significativamente. En el caso de heladas con grano lechoso a pastoso, la proteína puede mantenerse, pero la digestibilidad del forraje disminuirá (65-68%). Con heladas en grano duro, la proteína y digestibilidad caen considerablemente a 5-6% y 55-60%, respectivamente.
Es crucial tener en cuenta el efecto negativo de la dureza de las aristas de las espigas en el consumo del cultivo o reserva. A medida que avanza el cultivo, el consumo disminuye, lo que resulta en mayores pérdidas de forraje. Para mitigar estos efectos, especialmente en grano pastoso-duro, el experto recomienda realizar un ensilaje de planta entera, ya que durante las fermentaciones que ocurren en el silaje, las aristas se ablandan y las pérdidas de forraje son mínimas.
La decisión sobre qué tipo de aprovechamiento realizar para un cereal helado dependerá del estado vegetativo del cultivo, el color verde de sus hojas, la disponibilidad de maquinaria para ensilar o enrollar, y la necesidad de realizar pre-oreo dependiendo del porcentaje de materia seca. (Lea en CONtexto ganadero: Ganadero así puede protegerse del impacto de las heladas)
«Si el cultivo tiene menos del 30% de materia seca se debe cortar y dejar secar en el campo, como si se hicieran rollos. Y la picadora debe tener “recolector”. Esto es “clave”. Nunca se debe ensilar un cultivo que tenga menos de 30% de materia seca, es preferible 40% y no 25%», concluyó.