El secado selectivo es una herramienta que puede ser aplicada en explotaciones con una correcta salud de ubre en el hato ganadero, haciendo una buena elección de las vacas que precisan tratamiento antibiótico de las que no. Conozca más detalles.
Así como lo explica el portal CampoGalego, con el secado selectivo se logra la reducción en el uso de antibióticos en la ganadería y un menos riesgo de presencia de inhibidores antibióticos en la cande alimentaria sin llegar a perjudicar la salud de la ubre de los animales en la explotación ganadera. (Lea: ¿Conoce usted cómo es el proceso del periodo de secado de la ubre?)
De acuerdo a la revista Frisona, para aplicar la terapia de secado selectivo en la explotación se deben cumplir unos requisitos:
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Recuento de células somáticas en tanque inferior a 250.000 células todo el año.
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Datos fiables que permitan selección los animales que necesitan antibiótico, control lechero y otro sistema de recuento celular y registro de las mastitis clínicas de la lactación.
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Ausencia de patógenos contagiosos.
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Higiene de las vacas, alimentación y manejo excelente.
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Fundamental una correcta aplicación de los tratamientos intramamarios.
En la explotación ganadera que se cumplen todos estos requisitos es muy probable que se instaure exitosamente la terapia de secado selectivo. Así, a aquellos animales que en los últimos 90 días antes del secado no han manifestado mastitis clínica y en los tres últimos controles lecheros presenten menos de 200.000 células, se les aplicar solo un sellador interno. (Lea: La importancia de secar bien las ubres para prevenir mastitis)
Por el contrario, a los animales que presenten mastitis clínica en ese periodo o alguno de los tres últimos controles lecheros antes de secar con más de 200.000 células somáticas, se les debe aplicar el antibiótico de secado y el sellador interno.
En las explotaciones que no cumplen todos estos requisitos se puede llevar a cabo el proceso, pero es más probable que puedan aparecer infecciones, en este caso se debe fijar un limite de células somáticas en cualquiera de los tres últimos controles en 100.000 células.
Posteriormente se debe monitorizar el secado mediante los indicadores de salud de ubre (prevalencia de infecciones postparto, casos de mastitis clínicas durante los primeros 30 días, evaluación de RCS en tanque).
En el caso que los resultados no sean los esperados, se debe analizar esto, reevaluar los criterios de selección, revisar los procedimientos de aplicación de los tratamientos intramamarios y revisar la higiene de la explotación ganadera.
Los beneficios que se obtienen con el secado selectivo están enfocados en una reducción del consumo de antibióticos, que puede ser de hasta un 70% en las fincas en las que se parta de una buena salud de ubre.
Finalmente, se puede llegar a tener una disminución del riesgo de inhibidores en tanque, descarte de menos cantidad de leche y reducción del costo de tratamiento de secado.