Sus vacas continuamente le están “diciendo“ qué tan buen trabajo está usted proporcionándoles, como buena salud, excelentes instalaciones y alimentación óptima. DeLaval Staff publicó en altagenetics.com en diciembre de 2012, un interesante artículo que no pierde vigencia sobre el concepto de los signos de la vaca y cómo interpretar esa información para mejorar el bienestar, salud y producción de sus vacas, en una forma muy práctica.
Recuerde, la producción lechera se trata de vacas. (Jan Hulsen, autor de Señales de la Vaca)
Entrenese para observar La primera observación que hacen los autores es que hay que entrenarse a sí mismo en observar, evaluar, y encontrar soluciones para el beneficio de sus vacas y de su negocio.
Pregúntese a sí mismo: ¿Qué es lo que veo? ¿Qué está causando esto? ¿Qué es lo que esto quiere decir? Esto con el fin de leer los signos animales.
Una vaca envía constantemente señales acerca de su bienestar y salud. Esto lo hace con su comportamiento, actitud, lenguaje corporal y condición corporal. Usted puede utilizar estos signos de la vaca para optimizar la salud, confort y resultados de producción de leche de su hato.
¿Cómo evaluar los signos de la vaca?
Teniendo en claro cuáles son esos signos, haga una lista, estúdielos y apréndalos a conciencia. No es tan fácil como parece. Para lograrlo, cada vez que usted camine entre sus vacas, seleccione una y chéquela de acuerdo con los indicadores clave de una vaca sana. que aquí se señalan. Una vez que usted haya chequeado algunas vacas de esta manera, usted comenzará a obtener un entendimiento del confort de la vaca y podrá observar algunos puntos que necesitan ser corregidos. Las anteriores observaciones no son suficientes para sacar conclusiones. Se requiere chequear el índice de condición corporal y el índice de locomoción.
Desempeño: Las vacas deben desempeñarse confortablemente con un mínimo de estrés. El caminar inestable o un lomo curvo pueden indicar problemas de patas o problemas digestivos.
Condición: La condición de la vaca dice mucho acerca de la ración que se le ha estado dando. Las vacas muy gordas o muy delgadas no producirán a su máximo potencial. Utilice el índice de condición corporal para determinar la condición.
Temperatura:Una vaca debe tener una temperatura corporal de 38 a 39°C. El que tenga las orejas frías puede indicar fiebre de leche o problemas con la circulación sanguínea.
Patas:El desgaste de los talones o talones despellejados son causados principalmente por problemas con la cama o materiales utilizados como cama, medidas de los echaderos ajustados de forma inapropiada y/o infección de las pezuñas.
Rumia: Una vaca debe rumiar de 7 a 10 horas al día, rumiando de 40 a 70 veces cada bocado. El que lo hagan por menos tiempo indica raciones inadecuadas.
Cuello: Un cuello inflamado es causado principalmente por un cable o tubo del comedero muy bajo o equipo del establo ajustado incorrectamente.
Pezuñas: Las vacas sanas se paran derechas y quietas mientras comen. El ladearse o caminar cojeando o cojeando son signos de una salud pobre. Esto puede ser causado por raciones pobres, pisos de mala calidad o falta de mantenimiento de las pezuñas. Siempre observe la parte inferior de las pezuñas cuando se recorten éstas, buscando signos extras y juzgar la salud de las pezuñas con el índice de locomoción.
Alerta: Una vaca sana se ve alerta y fuerte, con un pelaje brilloso y un estómago lleno
Ubre:Para determinar la salud de la ubre, observe cuidadosamente las tetas después de del ordeño. Unas tetas sanas son flexibles y de color y apariencia natural. Una salud pobre de la ubre puede ser causada por problemas de higiene, una mala instalación del equipo de ordeño o raciones inadecuadas.
Estiércol: No debe de ser muy espeso o aguado y nunca debe de contener partículas sin digerir.
Rúmen: El rúmen debe de estar lleno de alimento. El lado izquierdo del estómago (visto desde atrás de la vaca) debe de sobresalir. Si usted presiona su puño sobre el rúmen éste debe de contraerse firmemente de 10 a 12 veces en cinco minutos.
Respiración: La respiración normal fluctúa entre 10 y 30 respiraciones por minuto en una vaca. Una respiración más acelerada indica estrés calórico o fiebre y dolor.