Leopoldo Viteri Velasco, zootecnista con máster en producción animal y ganadero, explica que para lograr éxitos zootécnicos en una explotación ganadera es de vital importancia remplazar el 10 % de los vientres anualmente, pues de esta manera se está seleccionando de una forma adecuada a los animales genéticamente y reproductivamente superiores.
De acuerdo con el profesional, por ejemplo, “si disponemos de 200 vacas adultas, debemos vender 20, que es el 10 %, pero hay otros productores que pueden ser más estrictos y obviamente tenemos que diagnosticar preñez luego de 45 días de finalizada la monta temporal”.
Por lo tanto, para destacar a estos animales, usted como productor debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Vacas viejas o lisiadas: “Siempre vamos a tener en el hato vacas que están viejas o lisiadas que cumplieron su ciclo, por lo cual deben ser retiradas”, dice Viteri Velasco. A medida que las vacas envejecen, su capacidad de reproducción y producción de leche o carne puede disminuir, por lo tanto, es común retirarlas del rebaño y reemplazarlas con animales más jóvenes y productivos. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca reglas de oro al momento de descartar bovinos)
2. Vacas vacías: Este descarte se da especialmente cuando las vacas están vacías por segunda vez consecutiva. Cuando los animales tienen dificultades para concebir o mantenerse preñadas pueden ser candidatas para el descarte.
3. Vacas que luego de la primera temporada de monta están vacías: Viteri Velasco dice que es importante saber cuántas son las temporadas de monta que se manejan en la finca pues mantener un hato reproductivamente eficiente es esencial para la empresa ganadera.
4. Vacas enfermas: Las vacas con patologías crónicas pueden representar un riesgo para el hato, pues pueden transmitir estas enfermedades o requerir tratamientos costosos. Es por esta razón que se debe monitorear regularmente la salud de los animales y tomar decisiones informadas sobre su futuro en la manada. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca estos consejos para elegir y descartar bovinos)
5. Vacas improductivas: Los animales que no pueden mantener un nivel de producción aceptable de leche o carne no son rentables para la operación ganadera, por lo que hay que evaluar el rendimiento de cada vaca en función de sus registros de producción y decidir si es más beneficioso reemplazarla con una vaca más productiva.
6. Vacas en mal estado corporal: La condición física de los animales es un indicador importante de su capacidad para mantenerse saludables y productivas, por lo que, si existen vacas con mal estado corporal, hay la posibilidad de contagiarse de enfermedades.
7. Vacas con mal comportamiento: Los animales que muestren un comportamiento anormal o agresivo pueden necesitar ser retirados del hato para evitar problemas de seguridad y bienestar animal.
8. Objetivos de la empresa ganadera: Los objetivos específicos de la operación ganadera también influyen en la clasificación para el descarte, por lo que algunos productores pueden priorizar la producción de leche, mientras que otros pueden centrarse en la cría de ganado para carne. Esto quiere decir que los criterios de clasificación se ajustan en función de estos objetivos.