Para cumplir con las necesidades biológicas y etológicas de los animales, las instalaciones donde se van a alojar deben permitir una adecuada libertad de movimientos y su comodidad. Por ello, a la hora de construir estos sitios, es importante tener en cuenta estas mediciones.
Un albergue para el ganado debe tener fácil acceso a la alimentación y al agua, así como garantizar que la circulación del aire, el nivel de polvo, la temperatura, la humedad relativa y la concentración de gas se mantengan en límites no nocivos para los animales.
Según el portal Infocarne, el diseño de estos locales debe permitir una abundante y natural ventilación y entrada de luz, teniendo en cuenta aspectos como el aislamiento y el paso del calor. (Lea: ¿Conoce usted los requisitos de los alojamientos para terneros?)
Los corrales, las zonas de ejercicio al aire libre y los espacios abiertos deberán ofrecer, en caso necesario y en función de las condiciones climáticas locales y de las razas de que se trate, protección suficiente contra la lluvia, el viento, el sol y las temperaturas extremas.
De igual modo, la concentración de los semovientes en estos sitios deberá ser compatible con su comodidad y bienestar, factores que dependerán de la especie, raza y edad, así como se debe tener en cuenta su comportamiento, que depende del tamaño del grupo y el sexo.
Una carga óptima les brindará bienestar a los ejemplares, “dándoles espacio suficiente para mantenerse erguidos de loma natural, tumbarse fácilmente, girar, asearse, estar en cualquier posición normal y hacer movimientos naturales como estirarse y agitar las alas”.
Las superficies mínimas para la estabulación y las zonas de ejercicio y demás condiciones de alojamiento correspondientes específicamente al ganado bovino son las siguientes: (Lea: Recomendaciones en diseño de corrales para el manejo de ganado)
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Para vacas de reproducción y de engorde:
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Hasta 100 kg de peso vivo: 1,5 m2/cabeza para zona cubierta y 1,1 m2/cabeza para zona libre para hacer ejercicio sin incluir pastos.
- Hasta 200 kg de peso vivo: 2,5 m2/cabeza para zona cubierta y 1,9 m2/cabeza para zona libre para hacer ejercicio sin incluir pastos.
- Hasta 350 kg de peso vivo: 4 m2/cabeza para zona cubierta y 3 m2/cabeza para zona libre para hacer ejercicio sin incluir pastos.
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Más de 350 kg de peso vivo: 5 m2/cabeza con un mínimo de 1 m2/100 kg para zona cubierta y 3,7 m2/cabeza con un mínimo de 0,75 m2/100 kg para zona libre para hacer ejercicio sin incluir pastos.
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Para vacas lecheras: 6 m2/cabeza para zona cubierta y 4,5 m2/cabeza para zona libre para hacer ejercicio sin incluir pastos.
- Para toros destinados a la reproducción: 10 m2/cabeza para zona cubierta y 30 m2/cabeza para zona libre para hacer ejercicio sin incluir pastos.
Por otra parte, una presentación de Luis Fernando González Rivera reveló las siguientes superficies recomendadas por cabeza con base en el tipo de instalaciones: (Lea: Conozca los requisitos para hacer instalaciones en ganaderías intensivas)
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Para corrales de tierra:
- 45 m2 para vacas adultas
- 28 m2 para animales entre 16 y 22 meses
- 16 m2 para crías con más de un año
- 8 m2 para crías menores de un año
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Para corrales pavimentados con camas individuales:
- 8 a 12 m2 del área de ejercicio y circulación (el área pavimentada del corral)
- 2,88 m2 de superficie de cama: 2,4 m de largo x 1,2 m de ancho
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Sombras
- 3,7 m2 en corrales de tierra para animales adultos
- 2,8 m2 para vaquillas
- 2 m2 para crías mayores de un año
- 1 m2 por cabeza para animales pequeños.
Las sombras mínimas para alojamientos tipo camas individuales es equivalente al área de las camas más un volado marginal de 30 a 40 cm de saliente.