Como lo señala el profesor Bruno Rutter, de la Universidad Buenos Aires (Argentina), el parto es una compleja interacción de mecanismos endocrinos, neurales y mecánicos. Conozca qué hormonas intervienen y de qué manera en este proceso.
El experto comenzó señalando que 10 a 15 días antes del parto, ocurre una brusca caída de los niveles de progesterona en sangre, precedida de un aumento de producción de cortisol por las glándulas adrenales fetales, dando lugar a un pico en los niveles de esta hormona en sangre.
Durante el parto, la progesterona secretada por el cuerpo lúteo, que se mantiene activo desde la fecundación hasta el parto, es la encargada de mantener la gestación. La placenta también produce progesterona. (Lea: Lo que sucede antes, durante y después del parto de la vaca)
Como aclara Julián A. Bartolomé, MV, MSc y PhD de la Universidad Nacional de La Pampa (Argentina), los niveles altos de progesterona y estrógenos placentarios inhiben la gonadotrofinas hipofisiarias. De esta manera, evitan la ovulación en el organismo de la vaca.
La unidad feto-placentaria también secreta estrona y 17β-estradiol, con funciones como la estimulación de las contracciones del miometrio, la maduración de la placenta y la relajación del canal del parto. (Lea: ¿Cuándo se debe inducir el parto en las vacas?)
De igual manera, la placenta secreta una hormona peptídica conocida como lactógeno placentario. Bartolomé develó que aun cuando la función no es clara, se cree que estimula el desarrollo de la glándula mamaria, la lactogénesis y la adaptación del metabolismo materno para el desarrollo fetal.
En muchas especies, la relaxina, una hormona liberada por la placenta y los ovarios, cumple un importante rol hacia el final de la gestación. Pero en bovinos no se ha detectado en la placenta y la ovariectomía no causa dificultades al parto.
Sin duda alguna, las hormonas más importantes son la progesterona y los estrógenos. Según Ritter, la progesterona durante la gestación tiene efecto sobre la musculatura uterina: hace que el miometrio permanezca relativamente quieta, así como otras funciones más específicas.
Por su parte, los estrógenos tienen un efecto inverso, actuando en la síntesis de proteínas contráctiles, entre otras, y aumentando la eficiencia del miometrio (capa muscular del útero) como unidad contráctil. (Lea: 4 terapias hormonales exitosas en reproducción de vacas)
De acuerdo con Bartolomé, al momento del parto la producción de progesterona declina 2 a 3 semanas preparto, en tanto que los estrógenos estimular la liberación de PGF2α por el endometrio y ambos se encargan de provocar la lisis del CL, el aumento de contractilidad del miometrio y la relajación del cérvix.
Los estrógenos también estimulan la producción de mucus cérvico-vaginal para facilitar la expulsión del feto. También provocan la liberación de oxitocina y síntesis de receptores para la oxitocina, y una vez comenzada la fase de expulsión, la acción mecánica del feto sobre el techo de la pelvis, el cérvix y la vagina desencadena un reflejo neuro-humoral con contracción de la musculatura abdominal y la liberación mayor aun de oxitocina (reflejo de Ferguson), que contribuye a las con-tracciones uterinas.
El autor concluyó afirmando que la vaca puede alterar el momento del parto por situaciones de estrés o cambios en el manejo, probablemente mediante la liberación de la adrenalina que relaja la musculatura uterina. Por lo tanto se dice que el feto controla el día en que se producirá el parto y la madre controla la hora.