Enrique Rimbaud, experto en salud animal, sostuvo que cuando las ubres se cuartean o pierden el cuero, no se debe a ningún alimento ni al ambiente. Para el experto, esto se debe a la fotosensibilización hepatógena secundaria. (Lea en CONtexto ganadero: 3 aspectos para evaluar la ubre)
Las lluvias inespecíficas en el campo hacen que en muchas tierras se genere pasto muerto, que a su vez se contamina de un hongo llamado pithomyces chartarum que contiene esporidesmina, que llega al hígado y genera unas consecuencias importantes.
Para entender un poco más, hay que tener claro que, de acuerdo a Rimbaud, “las plantas tienen verdes porque hacen la fotosíntesis, es decir, captan la parte carbónica del aire y con los rayos del sol, lo transforma en oxígeno y lo liberan al medio ambiente. Todo esto es gracias a la clorofila”.
Cuando una vaca come plantas verdes, está consumiendo clorofila, teniendo en cuenta que esta última es inactivada por el hígado, por lo cual aquí pierde su toxicidad.
“Pero cuando el hígado está afectado por esporidesmina, deja de inactivar la clorofila y esta última va a circular por la sangre y la vaca hace la fotosíntesis a través de la piel, es decir, se va quemando viva”, describió Rimbaud.
Estas quemaduras se originan en los lugares de piel blanca, o también, en espacios donde la piel es mucho más sensible.
En palabras de Rimabud, es decir, esto puede ser en “la ubre, el pezón, la vulva y algunas partes de la lengua del animal. Por eso, lo que hay que hacer de manera urgente es darles a todos los bovinos un protector hepático, teniendo en cuenta que hay dos”. (Lea en CONtexto ganadero: Higiene y cuidados de la ubre para tener una buena producción)
Lo segundo que el productor debe hacer es ir a una librería, comprar tinta china o tinta negra para aplicarlo en la zona afectada del animal, de tal forma que se arranque la piel que se está cayendo para luego ser pintado.
“Esto es para que después no haga la fotosíntesis, mientras se está curando al animal”, mencionó el profesional.
Esas lesiones no son tan difíciles de curar, pues como comenta Rimbaud, se puede hacer de forma casera en la finca, tomando bastante miel que se usará para untar la parte afectada de la piel del bovino una o dos veces por día.
Todo esto, teniendo en cuenta que mientras se usan estos remedios caseros, se puede usar los protectores hepáticos y otros medicamentos, así como diuréticos que ayuden a sacar esa clorofila que está circulante y se apoyará a la vaca con un poco de suero para que se recupere”, concluyó Rimbaud.