Nelson Egidio Velásquez Ruiz es un MVZ de la Universidad de Los Llanos Orientales en Meta que desarrolló este concepto con el objetivo de reparar el vínculo roto entre los seres humanos y la naturaleza a partir de una producción no solo de carne y leche, sino también del ambiente.

El experto sostuvo que este concepto nace de la idea de aprovechar al máximo lo que ofrece el propio campo, antes de incorporar elementos externos. Para recuperar este campo, ‘invocó la biomáquina’ (como él mismo aseguró) y la dotó de una estructura.

“Esa estructura consta de los sistemas radiculares de la flora, de la fauna, del suelo, de los bovinos, de la acción del hombre, el agua. Además, como toda máquina, requiere de una fuente de energía: el sol”, indicó. (Lea: ¿En qué consiste la práctica de la permacultura aplicada a la ganadería?)

De acuerdo con Velásquez, la biomáquina involucra la energía lumínica del sol como un punto de partida esencial para gestionar los demás insumos del predio, con los propósitos de recuperar el suelo, aumentar la producción de forraje y suministrar suficiente alimento al animal.

“Además creé un modelo de diseñar los potreros en forma hexagonal, así como las abejas hacen sus colmenas. Esto me permite hacer más cosecha de energía, agua y plantas, pues con esta figura de polígono regular hago una mejor división del campo de forma más económica”, añadió.

El MVZ manifestó que la separación de los potreros en hexágono permite hacer pastoreos más rápidos por ocupaciones más cortas, haciendo uso de cercas eléctricas y estructuras hidráulicas. (Lea: Conozca diversos sistemas productivos en la gira técnica a los Llanos Orientales)

Velásquez contó que su experiencia lo llevó a darse cuenta que el modelo tradicional gastaba muchos recursos, por lo cual ideó este concepto para ahorrar costos al productor. Asimismo, la disposición hexagonal resulta tan ventajosa, que se puede destinar un solo bebedero para 28 potreros.

“Yo tuve la oportunidad de trabajar en países de Centroamérica y en casi toda Colombia, como la región Caribe, haciendo diseños de biomáquina. Como soy una persona criada y preparada en los Llanos, también la coloqué en departamentos de la Orinoquía. Llevo 15 años en esto”, apuntó.

Destacó que este modelo sirve para cualquier tipo de ganadería, no solo con bovinos. Además se puede intercalar con el uso de árboles, pues la división hexagonal contribuye a una mejor asociación. (Lea: 4 limitantes para fomentar el uso de maquinaria en el sector agropecuario)

“La idea no es hacer un solo rubro, no metamos los huevos en una misma canasta. Sembremos aguacate, cacay, marañón, plátano. En los 6 lados podemos hacer cultivos asociados, inclusive sembrar el pancoger para no caer en los monocultivos”, remató Velásquez.

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