Un bajo aporte de proteína en los forrajes reduce la digestibilidad por parte de las bacterias ruminales y genera pérdida de nutrientes con una reducción en el consumo y pérdida de condición corporal, explicaron Maresca y otros en un artículo del INTA Argentina.
Al usar un suplemento proteico, mejoró el consumo y aprovechamiento de sorgo, lo que resultó en una mejor condición corporal al parto, elevó el porcentaje de vacas reproductivamente aptas para servicio a los 45 días posparto y tuvo un impacto positivo en el peso del ternero al destete.
Entre las fuentes de suplementación proteica se pueden usar subproductos de la industria como pellet de girasol, algodón o soya que contienen entre el 25 y 42 % de proteína cruda. También hay concentrados proteicos comerciales que incluyen sales minerales y vitaminas.
Sin duda, otra fuente es la urea, que puede ser utilizada como una fuente de nitrógeno no proteico, y generalmente resulta ser una de las alternativas menos costosas para corregir el déficit proteico. (Lea: ¿Qué debe contener un suplemento proteico y una sal proteinada?)
En Argentina también se han empezado difundir nuevas estrategias de suplementación, especialmente en los meses de invierno, con suplementos proteicos líquidos y sólidos que facilitan la forma de suministro, como detallaron Martínez y otros en su trabajo.
Con el fin de evaluar el efecto de la suplementación proteica líquida o sólida sobre parámetros productivos y costo de suplementación de terneros recriados a corral, desarrollaron un trabajo en el Campo Experimental Agroforestal INTA Trevelin durante 48 días en 2021.
Se utilizaron 18 terneros de la raza hereford de alrededor de 200 kg que se agruparon en 3 grupos según el peso y se dividieron en 6 corrales. Allí se les suministró heno de pastura (86 % MS, 6,5 % PB y 2,4 Mcal EM/kg MS) ad libitum. (Lea: Conozca esta mezcla para crear un suplemento que mejora la producción de leche)
Un lote por grupo fue asignado al azar 2 tipos de suplemento: 1) Suplementación líquida (SL) (74 % MS, 42 % PB y 3,2 Mcal EM/kg MS) suministrado en tanques con lamederos en el exterior; 2) Suplementación solida (SS) con sal mineral proteica (96,1% MS, 39,7% PB y 3,1 Mcal/kg MS) en comederos ad libitum.
Para estimar el consumo del suplemento líquido (CSL, kg MS/d) se consideró la densidad definida por el fabricante de 1,3 kg/l y un 74,0 % de MS y fue determinado como la diferencia entre el volumen cargado y el volumen sobrante entre 2 momentos.
De manera similar, el consumo de suplemento sólido (CSS, kg MS/d) fue estimado por la diferencia entre lo entregado y el rechazo acumulado durante 2 momentos. El consumo de proteína bruta (CPB, g/d) fue estimado mediante el CSS y CSL y los niveles de PB de cada suplemento.
Resultados de la suplementación proteica
Según los autores, el peso vivo (PV) al inicio y al final del ensayo fueron similares entre tratamientos, por ende, la ganancia diaria de peso (GDP) tampoco fue diferente. El consumo de MS de rollo (CMSr) de los terneros tendió a ser mayor en SS. (Lea: Suplementación estratégica, esencial para mejorar producción y calidad de la leche)
El CSL tendió a ser mayor al CSS, no obstante, el consumo de CPB fue mayor en los terneros con SS. El CSL promedio fue de aproximadamente un 1 l por día. Por otro lado, el CSS fue similar a lo reportado por la firma que elabora dicho suplemento. Si bien el precio del suplemento liquido fue menor, el costo de suplementación entre ambos fue similar.
En consecuencia, el crecimiento de los terneros y el costo de la suplementación fueron similares entre el suplemento líquido y el suplemento sólido. No obstante, con un menor consumo de proteína con el uso de suplemento sólido, se observó una misma respuesta productiva y económica.