La producción ganadera es fundamental en muchas economías, y la calidad del ganado bovino es fundamental para el éxito de esta industria. Por eso, la pregunta de si es más importante la raza bovina o la selección de animales no tiene una respuesta simple, ya que ambas son cruciales para el éxito en la ganadería. (Lea en CONtexto ganadero: Qué se requiere además de la genética para mejorar la rentabilidad ganadera)
Efraín Coutiño Torres, médico veterinario, explica que “los dos aspectos son muy importantes. Por supuesto, si vas a producir leche, carne o doble propósito es muy importante la raza. Es decir, definir bien qué tipo de animales puede funcionar mejor en el predio”
La raza de un animal determina gran parte de su potencial genético. Cada raza ha sido desarrollada y seleccionada a lo largo del tiempo para poseer ciertas características deseables, ya sean productivas (como la producción de leche o carne) o adaptativas (como la resistencia a enfermedades o la adaptación a climas específicos).
La elección de la raza adecuada es fundamental para la adaptación al medio ambiente. Algunas razas son más resistentes a condiciones climáticas extremas, a enfermedades endémicas y a la calidad del forraje disponible.
De acuerdo con Coutiño Torres, una vez escogida la raza “lo que sigue es la selección de la raza. Esto quiere decir que no por ser una raza de leche, todos los animales van a ser más lecheros. Hay que tener claro que sí son lecheros, que las razas que son de carne, pero dentro de las características el productor debe definir qué lo que desea seleccionar de estos animales y qué le conviene a la empresa”.
Esto quiere decir que la raza define el punto de partida de cualquier programa de mejoramiento genético. A partir de una base racial sólida, los productores pueden implementar programas de selección y cruzamiento para mejorar ciertas características.
El profesional afirma que “si el productor selecciona solo cualidades para leche, porque eso es lo que maneja en el predio, puede ser que la genética que tenga sea muy lechera, pero si el animal no se adapta y no es resistente, no va a producir el nivel de leche deseado”.
La selección de animales permite a los ganaderos ser flexibles y adaptarse a cambios. Si surgen nuevas enfermedades o cambios climáticos, los programas de selección pueden ajustarse para priorizar la resistencia a enfermedades y la adaptación a nuevas condiciones. “Siempre se debe cuidar las características principales como fertilidad, adaptación”, menciona Coutiño Torres.
Finalmente, aunque tanto la raza como la selección de animales tienen sus ventajas específicas, la combinación de ambas estrategias suele ser la más eficaz. La elección de una raza adecuada establece una base genética sólida sobre la cual se pueden aplicar programas de selección rigurosos para mejorar continuamente el hato ganadero. (Lea en CONtexto ganadero: La selección, un factor clave en el mejoramiento genético)