El pezón de la ubre de la vaca consiste en la cisterna y canal del pezón, y donde ambos se unen se forman lo que se llama la roseta de Fürstenberg. Aprenda más detalles sobre esta parte de la anatomía de la ubre que es fundamental en el proceso de secreción de leche.
De acuerdo con un artículo publicado en Entorno Ganadero, la glándula mamaria consiste en tejido secretorio y tejido conectivo, y la leche es sintetizada en las células secretorias, lo que está dispuesto a partir de células paralelas en una estructura llamada alveolo, cuyo diámetro es de 50-250 mm.
Varios alveolos forman los lóbulos. La estructura de esta área es muy similar a la estructura del pulmón. La leche, que continuamente está sintetizada en el área alveolar, es almacenada en los alveolos, los ductos mamarios y las cisternas de los pezones entre ordeños.
El 60-80 % de la leche es almacenada en los alveolos y los pequeños ductos de leche, mientras que en las cisternas se guarda entre el 20 a 40 %. Sin embargo hay una gran variación entre vacas en el almacenamiento de la leche en las cisternas. Esto es de importancia para el manejo de la rutina de ordeño.
Entre los ordeños los músculos mantienen el canal del pezón cerrado. El canal del pezón también está provisto de queratina o sustancias asociadas a la misma para la prevención de la entrada de bacterias. (Lea: ¿Qué le pasa a la ubre cuando no se ordeña a la vaca?)
Existen dos tipos de cisternas: la cisterna de la glándula es una cavidad situada arriba del pezón, en tanto que la cisterna del pezón se localiza justo debajo de esta. Entre la cisterna de la glándula y la cisterna del pezón existe una constricción circular llamada pliegue anular.
La cisterna del pezón sale al exterior por un orificio angosto llamado conducto del pezón o meato del pezón, el cual tiene una longitud de 4 a 8 mm, variando su diámetro de 2 a 3 mm. Este conducto se abre cuando se aplica presión al pezón durante el ordeño.
El esfínter del canal del pezón impide la entrada de bacterias. La amplitud de éste tiene una estrecha relación con el funcionamiento del esfínter. El crecimiento del epitelio se dirige hacia el exterior en la desembocadura del canal, eso también sirve para evitar la entrada de bacterias.
Otra estructura es la roseta de Fürstenberg, que son 6 a 10 anillos longitudinales entre el canal y la cisterna del pezón, formando una corona en el paso del canal del pezón a la cisterna de este. (Lea: ¿Por qué se obstruyen los pezones en vacas y cómo se tratan?)
Los pliegues de la roseta no solo tienen una función mecánica de cierre sino también sirven como mecanismo de defensa contra la mastitis. La queratinización intensiva del epitelio del canal forma una capa bactericida que representa una barrera muy efectiva contra agentes extraños.
Como explicaron Hernández y Bedolla en su texto, mediante el flujo de la leche hacia fuera (por el ordeño o cuando el ternero mama) se expulsan los agentes patógenos del canal. (Lea: Las alteraciones que ocurren en los pezones de las vacas)
Cuando la secreción de la leche ha seguido por un largo periodo después de un ordeño, los alveolos, los conductos y las cisternas de la glándula y del pezón están llenos de leche. La leche de la cisterna y de los conductos grandes se puede extraer fácilmente.
La leche de los conductos pequeños y de los alvéolos fluye con mayor dificultad. No obstante, hay en la vaca y en las hembras de otros mamíferos un mecanismo para que salga la leche de la glándula mamaria, para que se inicie la reacción es necesario un estímulo del sistema nervioso central.