Esta práctica ha ganado popularidad en los últimos años para aprovechar los residuos de los cultivos agrícolas para alimentar al ganado. Esta estrategia no solo proporciona una fuente adicional de alimento para el ganado, sino que también ofrece beneficios tanto para los agricultores como para el medio ambiente.

Barry Yaremcio, nutricionista de rumiantes y consultor de gestión de producción canadiense, explicó a la revista Canadian Cattlemen: «El pastoreo de rastrojos proporciona forraje adicional que las vacas pueden utilizar. Dependiendo del tipo de cultivo y de cómo esté configurada la cosechadora, [el ganado] puede recoger mucho grano... pueden recoger muchas hojas y obtener una ración bastante razonable».

Beneficios del pastoreo de rastrojos

De acuerdo con el experto en nutrición de rumiantes, el uso de esta técnica proporciona las siguientes ventajas:

1. Extensión de la temporada de pastoreo: El pastoreo de rastrojos puede proporcionar hasta 60 días de pastoreo por acre, lo que permite a los ganaderos extender significativamente la temporada de alimentación en el campo.
2. Mejora de la calidad del suelo: Cuando el ganado pasta en los campos de rastrojos, sus excrementos y orina enriquecen naturalmente el suelo. Yaremcio señaló que «hay una mejora del 40 % en la retención de nitrógeno en comparación con el transporte de estiércol desde un corral seco».
3. Reducción de costos: Al aprovechar los rastrojos, los ganaderos pueden reducir la cantidad de alimento suplementario que necesitan proporcionar a su ganado durante los meses de invierno.
4. Aprovechamiento de recursos naturales: En los campos agrícolas, especialmente aquellos que utilizan siembra directa, también crecen especies vegetales de forma natural durante los meses fríos. Estas plantas, conocidas como Recursos Naturales Forrajeros de Invierno (RNFI), complementan la dieta del ganado.
5. Descanso de las pasturas: El pastoreo de rastrojos permite que las pasturas tradicionales, como las de alfalfa, descansen durante el invierno, lo que aumenta su productividad y persistencia a largo plazo.

Lo que usted debe tener en cuenta antes de hacer pastoreo de rastrojos

A pesar de sus múltiples beneficios, el pastoreo de rastrojos requiere una gestión cuidadosa y consideraciones específicas:

1. Tipo de ganado: Yaremcio adviertió que «si un productor está en época de partos de otoño o tiene vacas lactantes, no deberían estar pastoreando rastrojos, porque no hay suficiente proteína para las vacas lactantes o los terneros en crecimiento».
2. Tipo de cultivo: No todos los rastrojos son igualmente beneficiosos. Los rastrojos de cebada y avena son buenas opciones debido a su contenido de fibra y proteína. Los rastrojos de trigo son menos deseables debido a su bajo contenido proteico. Se debe evitar el rastrojo de lino debido al riesgo de envenenamiento por cianuro.
3. Suplementación: Aunque los rastrojos proporcionan una buena base alimenticia, es necesario suplementar la dieta del ganado con minerales como calcio, magnesio y fósforo. En algunos casos, también puede ser necesario suplementar con proteínas adicionales.
4. Gestión del agua: Es crucial asegurar que el ganado tenga acceso a una fuente de agua cercana, preferiblemente a no más de media milla de distancia.
5. Monitoreo de la salud animal: Los productores deben estar atentos a la condición corporal de su ganado y asegurarse de que no estén perdiendo peso durante el período de pastoreo de rastrojos.

El pastoreo de rastrojos en el ciclo productivo

De acuerdo con el artículo del médico veterinario Martín Correo Luna, funcionario del INTA Argentina, el pastoreo de rastrojos se integra perfectamente en el ciclo productivo del ganado. Durante el período de vaca seca, cuando las necesidades nutricionales de los vientres son mínimas, coincide con la menor producción de las pasturas y la disponibilidad de rastrojos de cosecha gruesa.

Ante la caída de la oferta forrajera y energética de las pasturas durante las estaciones más frías, se «hace necesaria la adición de otros recursos, que pueden ser de inferior calidad al estar las vacas secas. Una forma de solucionar este bache forrajero es pastoreando los rastrojos de invierno», apuntó.

En consecuencia, el rastro permite aprovechar «la coincidencia estacional de la menor producción de las pasturas (otoño- invierno), con las menores necesidades de las vacas secas y con el momento que están disponibles los rastrojos de cosecha gruesa (maíz y soja). Finalizado este periodo, comienza la parición con las vacas en aceptable condición corporal, próximas a ingresar a pasturas base alfalfa en pleno crecimiento primaveral», remató.

A pesar de sus beneficios, el pastoreo de rastrojos no está exento de desafíos. La variabilidad climática puede afectar la disponibilidad y calidad de los rastrojos de un año a otro. Además, la presencia de ergot, un hongo que afecta a cereales y hierbas, puede causar problemas de toxicidad en el ganado. Y también hay que recordar que el alimento primordial del ganado es el pasto y que no solo se puede alimentar de rastrojos.

En conclusión, el pastoreo de rastrojos es una estrategia que, bien implementada, puede contribuir a la eficiencia económica, aprovechamiento de recursos naturales y prácticas agrícolas sostenibles. Al integrar la agricultura y la ganadería de esta manera, los ganaderos pueden maximizar el uso de sus tierras, reducir costos y contribuir a sistemas de producción más sostenibles.