Esta es una de las primeras acciones que realiza la madre de manera instintiva cuando hay culminado el trabajo de parto. Expertos detallan por qué es importante que la hembra lo haga y cómo puede contribuir el ganadero para que ocurra.
Mariana Navarro Sanint, médico veterinario zootecnista, señaló en una columna de COTexto gandero, que el lamido ofrece información sobre el estado de salud de los animales, pues produce una liberación de endorfinas al torrente sanguíneo.
“Las endorfinas estimulan una reacción positiva del organismo y el individuo sufrirá un poco menos el estrés de estar aislado de sus compañeros”, explicó. (Lea: Estos son los cuidados que la vaca le brinda al ternero recién nacido)
Según Navarro, cuando un animal no lame y además es acicalado por varios de sus compañeros, quiere decir que está enfermo o requiere cuidados especiales. Por lo general, la enfermedad les causa depresión y bajo esta condición pierden interés en acicalar a otros.
En cuanto al lamido de la madre a su ternero recién nacido, César Augusto Gómez Velásquez, médico veterinario y magíster en Ciencias Veterinarias, precisó que esta acción está enfocada en generar el estímulo, más que en limpiar al animal.
“Lo que más interesa a la vaca es estimular la circulación periférica de sangre y la oxigenación profunda. El lamido es el equivalente a la palmada en la nalga que da el médico a un bebé recién nacido”, aseguró. (Lea: Señales que indican que el nacimiento del ternero es normal)
Con esta acción, el ternero abre sus pulmones y tiene una respiración profunda para continuar con el proceso respiratorio de manera natural. Por su parte, Navarro precisó que el lamido tiene un efecto benéfico para reducir el dolor posparto y la bajada de la leche.
“Para una primípara siempre será aún más importante el lamido de su cría porque el dolor del parto es mayor; parir en un lote en el que también hay multíparas la puede privar de la ingesta de las endorfinas cuando en esos lotes hay vacas que llegan a lamer la cría antes que la madre”, agregó.
En caso de que la vaca no pueda efectuar el lamido, Gómez Velásquez aconsejó realizar este proceso con un instrumento de material rugoso que simule la lengua de la vaca. (Lea: Conozca las necesidades del ternero recién nacido)
“Entre más rugoso, mejor será. Podemos usar paja seca, costales limpios de fique, cepillos de cerdas fuertes, con el fin de estimular esa circulación periférica en el ternero. Esto solo se hace cuando la vaca no lo lame”, reiteró.