El toro es un animal de mucha importancia en las ganaderías, específicamente en un hato de cría porque determina la funcionalidad a largo plazo del negocio. Conozca qué deben tener los toros reproductores en este tipo de explotación.
El toro se convierte en el desarrollador de una base cría, que junto con la base materna que este animal tiene, se vuelven factores determinantes al momento de desarrollar durabilidad y permanencia en las ganaderías. Hoy día este es un negocio que exige mucha paciencia y disciplina, razones que deben ser la base para que el productor no requiere inmediatez en los procesos. (Lea: La importancia del toro puro en el mejoramiento genético de la cría)
Mauricio León Gómez, zootecnista y especialista en Gerencia de Empresas Agropecuarias de la Universidad de La Salle, quien actualmente es el director ejecutivo de la Asociación Angus & Brangus de Colombia, indica que la ganadería es una tarea de muy largo plazo que se desarrolla de generación en generación.
“El intervalo generacional en los bovinos no es el más corto de todas las especies que se explotan en beneficio del hombre, por lo que por esto es muy importante que los toros reproductores que usemos sean animales registrados con un respaldo genealógico y que sea probado en madres, abuelas y bisabuelas”, explica León Gómez.
El experto ejemplifica que si se tiene un toro reproductor que se está apareando con 45 – 60 vacas, el 50 % de los genes serán de este ejemplar.
“Luego el 25 % de los genes procederán del abuelo de este reproductor, mientras que el 12.5 % van a ser del bisabuelo y el 6.25 % va a proceder del tatarabuelo de este toro. Por esta razón, si redondeamos esta cifra vemos que el impacto genético que tiene la escogencia de un buen o mal toro reproductor es muy grande dentro de una ganadería”, describe León Gómez.
Esta se convierte en una de las razones por la cual la elección de un excelente toro reproductor con eficiencia, calidad productiva y genética debe ser una de los objetivos de las ganaderías que se dedican a la cría. (Lea: Tenga en cuenta estos aspectos en la selección de un reproductor)
Afortunadamente, como lo expresa el experto, “hoy día se cuentan con herramientas que facilitan este proceso para todos los productores como lo son las herramientas moleculares tales como las pruebas genómicas y los perfiles cárnicos, maternos y de carcasa, de tal forma que se pueda ser más exactos en la escogencia y guía para estos ejemplares”, expone.
León Gómez menciona que una mala elección de un toro para los hatos de cría, golpea de forma inimaginable la economía de la empresa, pues no cumple con la funcionalidad y genera pérdidas importantes.
En este tipo de procedimientos de selección del toro, el productor debe idealizar que un buen ejemplar va a lograr cubrir de 25 a 30 hembras, por lo que esto se convierte en una forma de pagarse solo en el primer año.
“A más pesos al destete, más ingresos para la ganadería, mejores reemplazos. Por lo que debemos apuntarle a que cada generación tras generación nos queden mejores terneras y vacas a futuro para que nuestra empresa ganadera sea cada vez más fuerte y más prepotente genéticamente”, concluye León Gómez. (Lea: ¿Sabía usted que las pérdidas por un toro estéril depende del tipo de producción?)