Un chequeo médico general para bovinos es una evaluación completa de la salud y el bienestar de los animales del hato ganadero que permite detectar problemas de salud temprano, así como también ayuda a tomar medidas preventivas. Este chequeo implica que el productor tenga en cuenta muchos aspectos que deben ser revisados:

• Examen físico: El veterinario realiza un examen físico de cada animal evaluando su condición corporal, estado de hidratación, temperatura, frecuencia cardiaca y respiratoria.
• Detección de enfermedades: Se realizan pruebas de detección de enfermedades comunes, como la tuberculosis bovina y la brucelosis. Este aspecto es fundamental para prevenir la propagación de enfermedades contagiosas en el hato y garantizar calidad de la carne o leche.
• Control de parasitosis: Se verifica la presencia de parásitos internos y externos, y si es necesario, se prescribe un tratamiento debido a que estos organismos pueden afectar negativamente la salud y productividad de los bovinos. (Lea en CONtexto ganadero: 5 claves a la hora de desparasitar bovinos )
• Revisión reproductiva: Se debe hacer un análisis de la reproductividad de las vacas, incluida la detección de problemas como trastornos uterinos o dificultades para concebir.
• Nutrición y alimentación: Es indispensable revisar la dieta y la nutrición de los bovinos para asegurarse que estos estén recibiendo los nutrientes adecuados.
• Vacunación y desparasitaciones: El veterinario verifica el estado de las vacunas y de administran refuerzos si es necesario, lo que implica una planificación de la desparasitación regular. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué Colombia sigue vacunando contra aftosa y por qué es bueno que lo siga haciendo?)

La frecuencia de los chequeos médicos generales para bovinos puede variar según varios factores, incluyendo el tamaño del hato, las condiciones locales y los requisitos regulatorios de cada zona.

Sin embargo, hay algunas pautas generales como que se pueden hacer anualmente, para así detectar los problemas tempranos y garantizar que los bovinos estén al día con las vacunas y el control de los parásitos.

Además, existe la posibilidad que el productor lo haga de forma mensual, incluyendo el monitoreo del comportamiento, el consumo de alimento y agua, y la condición corporal de los animales; estos van de la mano con los anuales, pues se agregan observaciones regulares al rebaño de ese gran chequeo.

En algunos casos, hay la posibilidad que el productor lleve a cabo los chequeos médicos generales de acuerdo con las necesidades que tenga en su predio y conforme a situaciones específicas como síntomas inusuales o problemas de salud identificados.

Finalmente, esto quiere decir que los chequeos médicos generales son una parte esencial del manejo de la salud del rebaño bovino, razón por la que los ganaderos deben trabajar en estrecha colaboración con los veterinarios para diseñar el programa de chequeo médicoadecuado que se ajuste a las necesidades específicas del hato.