Un menor suministro de este elemento puede ocasionar bajas producciones de carne y leche, pero también problemas como anemia, anormalidades en la constitución de los huesos y deficiencias productivas, entre otros síntomas.
Entre los microminerales (también conocidos como oligoelementos), están el cobre, hierro, yodo, manganeso, cobalto, selenio y zinc. Su requerimiento se mide en miligramos/día.
De acuerdo con profesionales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), existen 2 tipos de deficiencias en el suministro de este micromineral. (Lea: Estas son las consecuencias de un desequilibrio mineral en bovinos)
Cuando la dieta es pobre en cobre (Cu), se denomina como deficiencia primaria. En cambio, si hay niveles adecuados del oligoelemento pero otros minerales interfieren y no está disponible para su uso, se considera como deficiencia secundaria.
En el primer caso, el terreno puede tener deficiencias naturales, mientras que en el segundo puede haber problemas cuando hay exceso de molibdeno en el suelo y forraje, exceso de azufre en el aire y agua, exceso de hierro, por ejemplo.
Si los bovinos son alimentados únicamente con pastos naturales, están más expuestos a manifestar deficiencia de cobre, por lo cual es importante la fertilización o el suplemento con sales mineralizadas. (Lea: Los beneficios del cobre tribásico para los rumiantes)
Algunos de los signos que revelan este problema incluyen desde decoloraciones en pelo y lana, pasando por una menor eficiencia en la producción de carne y leche, presentación de anemia, anormalidades en la constitución de los huesos o incluso desórdenes neurológicos.
Por ejemplo, entre los primeros signos físicos, el pelo negro del ganado Angus y Holstein cambia a café, mientras que el rojo intenso del ganado Hereford cambia a amarillento, como sostuvo el PhD Maximino Huerta Bravo, de la Universidad Autónoma de Chapingo.
El experto también evidenció los siguientes problemas:
- Lesiones del sistema nervioso (especialmente en corderos recién nacidos hasta los 4 meses de edad) y pérdida de coordinación del movimiento de las patas traseras.
- Diarrea, especialmente cuando la deficiencia es inducida por exceso de molibdeno. En los bovinos se observan los cuartos traseros sucios con excretas, sobre todo cuando se agita el ganado.
- Crecimiento lento o pérdida de peso.
- Mayor incidencia de úlceras abomasales.
- Arqueamiento de la espalda hacia atrás o recostado lateral en corderos o becerros jóvenes.
- Fisuras de los talones, abscesos plantares, gabarro o queratinización pobre que se manifiesta en pelo áspero.
- Anemia: Cuando los animales realizan alguna actividad, el ritmo respiratorio se incrementa y pueden parecer jadeantes.
- Huesos largos frágiles. Esto provoca que los animales sufran fracturas con relativa facilidad.
- Menor fertilidad en vacas y menor calidad del semen en toros.
- Retención de placentas.
- Menor respuesta inmune.
- Menor producción de leche.
- Hemoglobinuria posparto en bovinos
- Muerte súbita en bovinos con deficiencia pura de Cu o por exceso de hierro (Fe). Este problema se puede presentar cuando los animales son excitados. (Lea: Las diversas fuentes del cobre para suplementar a los bovinos)