El proyecto, coordinado por el Ministerio de Agricultura y coejecutado con el Ministerio de Ambiente y el IDEAM, es una iniciativa del Banco Mundial, en el cual la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, la organización CIAP y la ONG más grande del mundo, The Nature Conservancy, realizan una consultoría de paisajes sostenibles de la Orinoquia bajos en carbono como las sabanas inundables, la altillanura y las serranía de la Macarena.

De acuerdo con Manuel Gómez Vivas, coordinador del proyecto Ganadería Colombiana Sostenible, a través de grupo de profesionales técnicos y extensionistas hacen un acercamiento a los productores con herramientas de última generación que incluyen imagen de satélite y radar “para determinar el uso del suelo y la incorporación de transformaciones que apoyen la disminución de emisiones por parte de los rebaños bovinos, así como el incremento de las capturas de carbono”.

Gómez explica que estas prácticas deben ir alineadas a que la productividad y la eficiencia de estos hatos se incremente para tener ofertas cárnicas y lácteas que se enlacen a mercados sostenibles.

La articulación del paisaje con las condiciones socioeconómicas de sus pobladores también constituye un factor fundamental para buscar territorios sostenibles y en paz. “El concepto paisaje es fundamental para apoyar las áreas de conservación, así como la biodiversidad de estos territorios”

Este proyecto, que arrancó en abril de 2022, y que, por el momento, se extenderá por todo el 2023, trabaja de la mano de las instituciones públicas, como la gobernación del Meta, Casanare, Vichada y Arauca. Por medio de sus secretarías de Agricultura o de Ambiente, permiten irradiar a un alto porcentaje de la población ganadera de estas regiones. Los procesos de sensibilización ambiental contemplados superan las 7 mil familias ganaderas.

Wenceslao Tapiero, ganadero de la vereda Las Delicias, en el km 60 vía Puerto López-Puerto Gaitán, hace parte de este proyecto desde hace varios meses y cuenta que aunque lleva poco tiempo, este proyecto “ha sido de gran importancia porque los profesionales que hacen el acompañamiento tienen muy claro el tema y tienen grandes capacidades, lo guían a uno muy bien”.

Su finca está conformada por 12.25 hectáreas, de las cuales, 5 son de protección, tanto de bosque como de humedal, por eso la preservación del suelo ha sido uno de los mayores aprendizajes que ha obtenido “nos enseñan cómo desarrollar nuestra ganadería teniendo en cuenta el medio ambiente, por eso sabemos que los humedales son una maravilla que hay que proteger y conservar, así como las fuentes hídricas”.

Con sus 12 cabezas de ganado y un cultivo de achote y piña, Wanceslao espera implementar en su finca sistemas silvopastoriles, ya cuenta con los planos de este sistema para arrancar en la temporada de invierno con la siembra de árboles.