“Antioquia produce demasiada leche y cuando hay enlechadas, pues no hay más remedio sino pulverizar. En el caso de la cooperativa nuestra, Unilac, nos toca llevar la leche hasta pulverizadoras que quedan a Barranquilla a que nos presten un servicio de maquila, y se pierde mucho dinero en transporte y en el proceso mismo”, explicó.   Esta alternativa también podría regular los precios, pues se almacenaría la leche en mayores cantidades y se vendería en momentos de escasez. (Lea: 33 mil litros de leche diarios regalaría Unilac a niños guajiros)   De hecho, Pérez Ocampo contó que la cooperativa está montando una concentradora, que es la máquina que se emplea antes de pulverizar la leche. Esta máquina sustrae la mayor cantidad de agua, dejando los sólidos de la leche en cerca de un 38 %.   “Para solucionar un problema como el de la cooperativa Unilac, un proyecto de una pulverizadora de 100 mil litros está cercano a los $10 mil millones de pesos. Con la concentradora tenemos casi un 50 % del proyecto avanzado”, declaró el gerente de la cooperativa antioqueña.   El dirigente pidió a las autoridades que presten más atención a esta solicitud, que beneficiaría sobre todo a los pequeños ganaderos. Para él, lo ideal sería que el departamento tuviera una planta procesadora de leche en polvo y 3 concentradoras para reducir costos de transporte.   “En Colombia hacen falta pulverizadoras. Para la cantidad de litros que hay, no se alcanza a pulverizar, es decir, la capacidad instalada es inferior a la necesidad”, dijo. (Lea: En el Oriente Antioqueño también se redujo la producción láctea)   La otra cara de la moneda   Una visión distinta sobre el tema tiene José Marín Perea, gerente de la Cooperativa de Productores de Leche del Atlántico, Coolechera, quien manifestó que no es rentable tener tantas pulverizadoras, porque el precio de la leche en polvo en el mercado internacional es inferior al costo nacional.   “El precio de la materia prima es muy alto. El negocio menos rentable del sector lácteo en Colombia es la leche en polvo”, sostuvo. (Lea: Productores estrenarán planta de transformación de leche en Santander)   Mientras un kilo de leche en polvo en Colombia puede llegar a costar $10 mil, en el exterior se puede importar por menos de $9.000. Esta diferencia se ha reducido por el alto precio del dólar, pero no deja de ser relevante para los comercializadores que buscan economía a la hora de adquirir el producto.   Si un ganadero o una cooperativa desean acceder a este servicio, debe acercarse a una pulverizadora constituida. Para esto, le entrega el producto en maquila y tiene que pagar por ese proceso. Antes de nada, debe estar habilitado por el Invima para iniciar el proceso.   “La pulverización es rentable en la medida en que no hayan puertas abiertas para leche en polvo a nivel internacional. Ahora mismo creo que hay unos contingentes de 20 mil toneladas. Entonces, mientras llegue leche en polvo por contrabando y sin aranceles, vamos a tener el problema de que el negocio no va a ser rentable en Colombia”, afirmó el gerente de Coolechera.