El sector vive momentos de incertidumbre, dudas y muchos interrogantes por cuenta de las decisiones del Ministerio de Agricultura, la devaluación del peso y la inseguridad, entre otros. Los precios históricos del ganado y los mercados abiertos, entre las buenas noticias.   Desde finales de 2015 se veía venir que el nuevo año no sería fácil para el sector. Todo empezó con la decisión que tomó el Ministerio de Agricultura de no renovarle a la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, la administración del Fondo Nacional del Ganado, FNG, acción que el gremio calificó como retaliatoria ante las posturas que su presidente, José Félix Lafaurie Rivera, ha tenido frente a sucesos de la arena política como son el proceso de paz o la Ley de Restitución. (Lea: Informe: 4 golpes del Gobierno al sector ganadero de Colombia)   Las dificultades apenas empezaron ahí, pues con el cambio de administrador en el Fondo y la llegada de la Sociedad Fiduciaria de Desarrollo Agropecuario, Fiduagraria, los diversos programas que venían adelantándose en el país en favor de los productores empezaron a ver afectado su desarrollo.   A ese hecho se le suma la discusión, todavía sin solución definitiva, sobre los Frigoríficos Ganaderos de Colombia, Friogán S.A., empresa que en 2015 pidió entrar a la Ley 1116 para someterse a una reorganización financiera, organizar sus acreencias y evitar que el FNG sufriera consecuencias por ser garante de la deuda.   Hasta el momento, la compañía sigue en vilo pues no se sabe si finalmente la Superintendencia de Sociedades va a permitir la emisión de acciones que permitan a nuevos socios adquirirlas, capitalizarla, sanearla y fortalecerla.   Además de esa situación, la Supersociedades decretó la liquidación del Fondo Nacional del Ganado, determinación que ha generado muchos interrogantes en las huestes del sector pues se desconoce qué entidad lo reemplazará, cómo se van a manejar los recursos parafiscales y cuál será el futuro de los programas que durante años lideró la entidad especialmente en favor de los pequeños y medianos ganaderos de Colombia. El pasado jueves 30 de junio empezaron los despidos masivos, que continuarán en las próximas semanas. (Lea: 10 mentiras del ministro Iragorri sobre Fedegán, el FNG y Friogán)   Los reveses para la ganadería y gremialidad del sector no paran allí. Otras de las preocupaciones del sector es el Ciclo de vacunación contra aftosa, que luego de más de 10 años dejó de ser coordinado y guiado por Fedegán en alianza con los gremios locales y el FNG. El manejo dado al tema por el Ministerio ha generado preocupaciones y molestias, que incluso temen por algún brote de la enfermedad.   Ese cambio generó un rifirrafe entre el gremio cúpula de la ganadería y la cartera agropecuaria, pues el ministro Aurelio Iragorri Valencia se reunió con los representantes de las asociaciones y comités sin la presencia de Lafaurie Rivera. Allí no solo desprestigió la labor de Fedegán sino que reveló cifras con las que atacó la gestión de la Federación cuando estuvo al frente del proceso de vacunación.   Los aspectos para resaltar de los primeros 6 meses de 2016   A pesar de todos los inconvenientes, los productores han recibido noticias amenas que los motivan a seguir trabajando. Entre ellas se destacan el precio histórico al que han llegado los bovinos en pie en las principales regiones del país. Esa situación se debe a varios factores como el fenómeno de El Niño, la escasez de semovientes y las exportaciones de ganado hacia mercados internacionales. (Lea: Junta directiva de Fedegán rechaza liquidación del FNG)   A eso se le suma el acceso que tiene la carne colombiana a nuevos destinos como son Libia, Egipto, Emiratos Árabes. También vale la pena destacar el incremento en los envíos permanentes que salen desde el país hacia Jordania, razones adicionales para que la tarifa que se paga por el kilo de ganado haya llegado a los $5.000.   Ante todos los sucesos acaecidos en los primeros 6 meses del año, el balance que hacen los dirigentes ganaderos es que el primer semestre fue agridulce.   Así lo confirmó José de Silvestri, director ejecutivo de la Asociación de Ganaderos de la Costa Norte, Asoganorte, para quien el principio de año fue muy negativo para la región por cuenta del prologando fenómeno de El Niño, lo que generó una caída en la producción de leche y un sobrecosto en la producción ante la necesidad de adquirir insumos, alimentos e incluso agua para mantener unas condiciones corporales adecuadas para los animales. (Columna: De verdades a medias y mentiras incompletas: la parafiscalidad y los gremios)   No obstante, calificó como “luz de esperanza” la apertura de nuevos mercados y el hecho de que la exportación de ganado en pie se mantuviera a pesar de las condiciones críticas, lo que les ayudó a los ganaderos alcanzar unos importantes indicadores a nivel de comercialización.   “Sin duda ha sido negativo las constantes confrontaciones entre el gremio ganadero nacional y el Gobierno porque así uno u otro tenga o no razón, el objetivo fundamental de Fedegán y el Estado es trabajar de la mano para sacar el renglón bovino adelante. Esa disyuntiva no nos ha servido a las asociaciones regionales y municipales porque estamos en la mitad de una disputa que nos está haciendo daño, entre otras cosas porque la interlocución se ha perdido”, argumentó.   El dirigente se mostró optimista de cara al semestre que empieza pues confía que se sigan abriendo puertas en otros mercados internacionales y los precios pagados al productor sean aún mejores. Además confía que se zanjen las diferencias que hoy existen entre Fedegán y el Gobierno, pues a su juicio solucionarlas generará beneficios para todos los ganaderos del país. (Lea: Asoganorte se ofrece para conciliar entre Fedegán y MinAgricultura)   Por su parte, Luis Fernando González*, empresario ganadero de Nariño, aseveró que los primeros 6 meses del año fueron de mucha incertidumbre para el sector, especialmente por la situación del Fondo Nacional del Ganado, su cambio de administrador y posterior liquidación, situaciones que han generado zozobra entre los empresarios, ya que desconocen qué va a pasar con la parafiscalidad bovina, qué entidad va a crear el Ministerio de Agricultura y cómo va a ser su funcionamiento.   González fue más allá y reiteró el llamado que han hecho los representantes de los comités y asociaciones pecuarias del país, para quienes la entidad idónea para la administración parafiscal es la Federación Colombiana de Ganaderos, debido a que es el gremio más representativo a nivel del sector.   “Pueden existir muchas asociaciones de todos los tamaños y con presencia en diversas regiones, pero no representan a todos los ganaderos de Colombia. Entidades como Unaga, Analac y Demogán no congregan a todos los productores como si lo hace Fedegán. El ministro Iragorri se equivocó si creyó que al quitarle a Fedegán el FNG iba hacerle un favor, lo único que ha generado es una incertidumbre que los ganaderos no la merecemos”, argumentó. (Lea: Liquidación del FNG genera incertidumbre entre comités ganaderos)   Agregó que tal determinación ha impedido que los programas que se desarrollan en favor de los empresarios queden paralizados, afectando especialmente al pequeño productor.   En tanto, Mariano Restrepo Flórez, presidente de la Asociación Regional de Ganaderos del Norte, Asoganorte, Antioquia, indicó que el primer semestre del año ha sido relativamente bueno, a pesar de los golpes que la economía del sector ha sufrido. Añadió que tanto la carne como la leche han tenido un repunte en cuanto al precio.   “El lácteo tiene un mayor valor en comparación a la mismo periodo del año anterior; mientras que los animales en pie vienen siendo pagados a unos precios que están por las nubes”, explicó el dirigente, quien agregó que desafortunadamente las fábricas que elaboran alimentos para el ganado le subieron un 4 % al valor de los concentrados, lo que se ve reflejado en el costo de las materias primas. “No todo es color de rosa”, calificó.   Para Restrepo Flórez, todo lo que ha ocurrido con Fedegán y el hecho de que no se le haya renovado el contrato de administración del FNG fue una medida arbitraria, inconsulta, represiva y de orden político, en donde el único que pierde es el sector.   Coinciden todos en sus deseos de un mejor segundo semestre, en los que se vienen importantes eventos para el sector. Saben que hay mucho trabajo por hacer, que se requieren políticas y ayuda constante y articulada del Estado, que deben prepararse para La Niña, pero son conscientes de la importancia de su labor, razones por las que no dudaron en afirmar que su compromiso es con el campo y con cada colombiano que quiere un pedazo de carne o un vaso de leche.   * Nombre modificado a petición de la fuente