Por la prolongada sequía y la humedad relativa, los bovinos están más propensos a contraer una queratoconjuntivitis bovina. ¿Qué hacer para combatir la enfermedad? Con el fenómeno de El Niño –que crea condiciones climáticas difíciles para la ganadería bovina– se incrementa el riesgo para los animales sufran de queratoconjuntivitis infecciosa bovina (QIB). Esta es una enfermedad ocular muy contagiosa, que afecta sobre todo a los terneros y está provocada fundamentalmente por Moraxella bovis. Es también conocida como enfermedad de los ojos rojos, ojo rosado o queratitis epizoótica, que, en los casos graves, provoca una pérdida de la visión. El período de incubación suele ser de 2 a 3 días y después de dos días, aparece sobre la córnea una pequeña zona opaca. De acuerdo con el portal de zoetis.es, la QIB puede variar desde una irritación ocular leve a una inflamación necrotizante grave que provoca una cicatriz permanente y una pérdida de visión. Por lo general la fiebre y el dolor intenso reducen el apetito. Existen cepas no patógenas de Moraxella bovis: las cepas con una menor producción de citotoxinas o con un número limitado de pilis tienen una menor capacidad para provocar la enfermedad. (Lea:Échele un ojo a la queratoconjuntivitis infecciosa bovina) La enfermedad aparece ante los cambios bruscos de clima que se dan en la región Caribe en general, que va de una sequía intensa a algunas lluvias ocasionales, debe tratarse cuanto antes para limitar la transmisión a otros animales y minimizar la aparición de posibles lesiones oculares que puedan ser más graves e incluso permanentes. También se pueden presentar debido a otros factores como la pigmentación, el estado sanitario del hato, sistemas inmunológicos poco competentes, veranos muy prolongados que causan disminución de la vitamina A y radiación solar. “Además puede haber irritantes como semillas, tallos altos, polvo o polen, que pueden causar la infección y comprometer la visión parcial o total del bovino. También hay componentes raciales del bos taurus, que corren más riesgos a tener brotes agudos de la queratoconjuntivitis”, explicó Javier Felipe Ruiz Rodríguez. (Lea: Aumentan casos de queratoconjuntivitis bovina en Atlántico) La infección aparece entre 48 y 72 horas después que el bovino estuvo en contacto con el agente transmisor, que en la mayoría de casos son las moscas, aunque también se transmite de manera directa con secreciones nasales, oculares y vaginales. Al cabo de 7 días se presenta un enturbiamiento de la córnea que imposibilita la visión de los animales. En general los expertos la tratan con antibióticos, pomadas y aerosoles. Zoetic señala como medida de prevención, el control de las moscas mediante el uso de crotales impregnados con repelentes de insectos, segar los pastos, evitar en lo posible el polvo en el heno y en los comederos, crear zonas de sombra e, indirectamente, inmunizar contra enfermedades víricas como la IBR y la diarrea vírica bovina (BVD). Para prevenir la enfermedad se deben alimentar bien los semovientes con el fin de aportar los nutrientes que necesitan, sobre todo la vitamina A. “Se debe tratar de proporcionar alimentos ricos en vitaminas, minerales y proteínas. Ese es el principal tratamiento preventivo. Si eso no se puede hacer, porque el ambiente no lo permite, entonces se deben aplicar esos nutrientes de forma masiva", afirmó el profesional Darinel Enrique Rengino, en el artículo citado de CONtexto ganadero. Aunque la QIB no es mortal, constituye un gran problema económico ya que reduce la ganancia de peso y la producción láctea, incrementa los costes asociados al tratamiento y al tiempo suplementario invertido con los animales afectados, y puede devaluar el precio del animal o de la canal puesto que su aspecto puede verse alterado.