Este es uno de los métodos utilizados para detectar el celo en las vacas, que implica la inyección de hormonas. CONtexto ganadero explica por qué no se debe emplear esta herramienta y cuáles son las alternativas.   La técnica de androgenizar a las reses consiste en inyectar testosterona a alguna de las compañeras, con el fin de que adquieran ciertos comportamientos del macho como montar a las hembras que comienzan su ciclo estral.   Si bien las novillas suelen montar por sí solas a otras, los defensores de la androgenización argumentan que la monta homosexual no es suficiente para detectar calores débiles o con pocas manifestaciones físicas. (Lea: Toros calentadores: diferencias, ventajas y contraindicaciones)   De acuerdo con un artículo de la Unión Ganadera Regional de Jalisco en México, el método de tratar a las hembras con elevadas dosis de testosterona ha demostrado ser efectivo y más sencillo que la cirugía de desviación de pene en toros calentadores.   Este sistema requiere aplicar inyecciones de hormonas cada 2 o 3 días por un lapso de 18 a 20 días como tratamiento de inducción, seguido de dosis de mantenimiento cada 15 días. De este modo, las vacas se comportan como machos y montan a otras hembras.   Con este esquema, se detectan con mayor precisión los calores, se evitan la transmisión de enfermedades venéreas con toros vasectomizados o las montas accidentales. (Reportaje: Fallas y aciertos de los ganaderos a la hora de detectar los celos bovinos)          El artículo sugiere utilizar animales de 3 años en promedio, que tengan buena estatura, sean dominantes en el hato y no puedan gestar. Una vez terminada su labor de detección de celos, deben ser apartadas del hato.   Ariel Jiménez, coordinador de investigación y desarrollo de la Asociación de Criadores de Ganado Cebú, Asocebú, manifestó algunas ganaderías acuden a esta alternativa cuando no disponen de machos desviados.   Sin embargo, el experto desaconsejó esta práctica porque se puede alterar la carga hormonal de la vaca y generar complicaciones más adelante. Además, recalcó que hay algunas que montan a sus compañeras sin necesidad de testosterona. (Blog: El celo de la vaca lechera: Todo está en las hormonas)   “Las novillas tienen un comportamiento homosexual cuando sucede el celo. De hecho, si usted tiene un lote de hembras, estas se montan entre sí y uno normalmente sabe cuál es la que está en celo porque se deja montar y se queda quieta, mientras que las otras no”, sostuvo.   Jiménez destacó la aparición de otros signos como el ensanchamiento de la vulva y un líquido cristalino que brota de ella. Además, tiene un comportamiento más activo y muge continuamente.   El coordinador de investigación de Asocebú insistió en que no respalda esta técnica, aunque reconoció que si hay productores que se decantan por esta práctica, deben seguir algunos consejos. (Lea: Recomendaciones teniendo en cuenta que los celos ocurren en la noche)   “Hay que escoger una vaca de las más regulares, no la mejor novilla. No me parece una técnica tan buena, es preferible usar los toros calentadores”, puntualizó.