La capacidad del ganado bovino para seleccionar su alimento no siempre es suficiente para evitar la ingesta de plantas tóxicas, especialmente en situaciones donde la disponibilidad del material forrajero es limitada.

Julián Gómez Acevedo explica en una investigación para la Universidad Cooperativa de Colombia que las intoxicaciones en veterinaria se producen ocasionalmente y en la mayoría de los casos son de tipo accidental. Existen varios factores que pueden llevar al ganado a consumir plantas tóxicas.

• Escasez de forraje: Durante las temporadas de sequía, el ganado puede verse forzado a consumir plantas que normalmente evitaría.
• Cambios climáticos y rebrotes de pastos: Al inicio de nuevas temporadas climáticas, los pastos comienzan a rebrotar y, en ocasiones, contienen niveles elevados de toxinas.

Es por esto que la importancia del conocimiento de las plantas tóxicas radica en dos aspectos fundamentales, uno relacionado a las pérdidas económicas por muertes y disminución de producción temporaria o permanente y el otro referido al conocimiento específico de las intoxicaciones que provocan. (Lea en CONtexto ganadero: Intoxicaciones y envenenamiento en bovinos)

Gómez Acevedo asegura que las pérdidas económicas relacionadas con plantas tóxicas pueden ser directas o indirectas. “Las directas se deben a muertes de animales, disminución de producción e índices reproductivos. Las indirectas incluyen gastos de diagnóstico y tratamiento de animales enfermos, control de plantas y manejo de las tierras entre otras”.

Con el inicio de la temporada de lluvia, crece la posibilidad de intoxicaciones en el ganado en pastoreo, por la ingesta de especies vegetales tóxicas. Estas plantas pueden ser nativas o introducidas, algunas usadas normalmente como forrajeras y todas se hallan presentes, frecuentemente, en los pastoreos zonales.

Según Gómez Acevedo, “aunque en el país se desconoce en la actualidad las pérdidas ocasionadas por su consumo, se estima una mortalidad del 0.5% en la población bovina, lo cual representa 115.000 reses por año”.

Con algunas excepciones, el ganado no tiende a consumir material tóxico, a menos que esté forzado por el hambre. De esta forma, aunque las plantas tóxicas se encuentran presentes en varias zonas, su problema se incrementa en regiones áridas y semiáridas sometidas al sobrepastoreo.

Por lo tanto, la forma más importante de prevenir la intoxicación, es la correcta utilización de los potreros, evitando el sobrepastoreo en donde se ofrezca a los animales diversidad de forrajes y se obstaculice el consumo de vegetación nociva (Lea en CONtexto ganadero: ¿Tiene plantas tóxicas en su finca? Conozca cómo manejarlas)

Finalmente, en caso de intoxicación, es fundamental actuar con rapidez y solicitar atención veterinaria para que administre el tratamiento indicado y para que se haga un monitoreo de cerca para detectar cualquier cambio en la condición del animal.