La persistente sequía que asola la región Caribe impacta más a unos departamentos que a otros. La diferencia, en el caso de estos dos departamentos, radica en que uno tiene mejores canales de comercialización que el otro, quedando Sucre a merced del mercado informal.
Sucre, disminución de precios y desafíos tecnológicos
En la región sucreña, especialmente en la Mojana, los ganaderos se enfrentan a una situación crítica. La sequía ha agotado el pasto y esto los ha llevado a una disminución significativa en la producción de leche, impidiendo que el ganado se alimente en forma adecuada, indicó Enrique Martínez, presidente de la Asociación de Ganaderos de Sucre, en Blu radio.
Sumado a lo anterior, la falta de tecnificación en esta área se hace latente. La ausencia de cooperativas o empresas lecheras que puedan estabilizar o elevar los precios en momentos de baja producción agrava la situación. La dependencia de canales de comercialización informales limita la capacidad de los ganaderos para amortiguar los impactos económicos de la sequía.
Esto ha obligado a los ganaderos a reducir drásticamente el precio del litro de leche cruda para poder venderla. El valor de la leche, que antes se comercializaba a $2.500, ha caído a $1.600 debido a la demanda limitada por parte de las "queseras" informales.
Córdoba, centros de acopio y precios al alza
En contraste, en el departamento de Córdoba, la dinámica es distinta. A pesar de los desafíos que la sequía impone, este departamento cuenta con centros de acopio y empresas consolidadas que facilitan la comercialización de la leche. Aquí, la baja producción ha generado un aumento en los precios, pasando de $1.513 a $2.336 en los últimos meses.
Impacto en el bienestar animal
La sequía no solo afecta los aspectos económicos, sino también el bienestar animal. La falta de pasto compromete la alimentación adecuada del ganado, lo que a su vez afecta la producción de leche. La calidad y cantidad de forraje son esenciales para mantener una producción óptima pero la fuerte sequía en el Caribe no le permite a los productores mantener la salud y productividad de los animales.