Miguel Sánchez Flores, médico veterinario, expone en Gramse Ganadería Eficiente, se presenta con mayor frecuencia en el ganado lechero debido a la alta exigencia metabólica y productiva que generalmente tienen estos bovinos.
Como es bien sabido por todos los actores del sector agropecuario, la placenta debe ser expulsada por la vaca dentro de las primeras 8 o 12 horas posteriores al parto. Por lo tanto, si después de ese tiempo el animal no ha hecho este proceso, se considera una retención placentaria y se tendría que consultar a un médico veterinario para que determine cuál es el tratamiento ideal para dicho bovino.
En muchas ocasiones, el productor o el operario en la empresa ganadera ve como la placenta queda saliendo de la vulva de la vaca, por lo que el imaginario común es halarla, olvidando que eso trae consecuencias importantes.
De acuerdo con Sánchez Flores, “en muchas ocasiones, muchos ganaderos e incluso médicos veterinarios halan la placenta, siendo muy bruscos, lo que demuestra que es un manejo inadecuado, pues no se recomienda estar halando la placenta, especialmente cuando la vaca acaba de parir”.
Es en este momento en el que está pasando la vaca, cuando se debe evitar este tipo de acciones porque la placenta aún está unida, por lo que, si se hala, se podría generar un daño en el animal, llegando a trágicas consecuencias como la infertilidad y algunas infecciones. (Lea en CONtexto ganadero: Retención placentaria en vacas, un problema al que se le debe prestar atención )
Esto quiere decir que, “siempre que la vaca acaba de parir y nosotros estamos viendo que está afuera expuesta, no hay que halarla inmediatamente sino cuando ya transcurrió cierto tiempo, pues definitivamente hay que hacer algo cuando esta se encuentra expuesta porque muchas veces cuelga hacia el piso”, describe Sánchez Flores.
Cuando esta llega al piso, es posible, que puedan ocurrir situaciones desafortunadas como ser pisoteada por otro animal y lastimar a la vaca que la tiene expuesta, razón por la que es importante evitar todo tipo de afecciones al animal.
Para evitarlo, el profesional dice que “si estamos viendo que la placenta sigue colgando después de 18 o 24 horas, en vez de traccionarla, lo que debemos hacer es cortarla hasta el ras de la vulva con unas tijeras limpias y con guantes, siendo esto muy importante”.
Este último punto que menciona el experto es vital debido a que, en ocasiones, la retención de placenta se da por la brucelosis, que es una enfermedad que afecta al ser humano, por lo que, si se hala sin manos, la persona se puede infectar de brucelosis.
Finalmente, esto quiere decir que el manejo de la retención de placenta es fundamental tanto para la salud del animal, como de la persona encargada de tratarla, y del negocio en general. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca las causas internas y externas de la retención de placenta en bovinos )