La ecografía es un instrumento muy valioso en cualquier ganadería ya que por medio de la misma se pueden detectar diversos aspectos del animal de forma más rápida y precisa.
Es así como se puede mostrar la presencia de patógenos dentro del útero, bacterias que van a producir descomposición del contenido uterino, detectar una patología como metritis, piómetra, quistes foliculares, entre otras patologías reproductivas.
Igualmente, ayuda a evidenciar la presencia de preñez, la viabilidad de la gestación, el tiempo de la misma, sexajes fetales, sincronización de celo, evaluar la ovulación o el ciclo ovárico a nivel uterino, según lo expuesto por el médico veterinario José Hernán Pedreañez Ballesteros, en una nota de La Finca de Hoy.
El profesional, quien trabaja en una finca de Baranoa (Atlantico), señaló que por medio del ecógrafo se pueden incrementar los rendimientos de los hatos ganaderos identificando los animales más precoces y con mejores rendimientos, además de diagnosticar y medicar las enfermedades tempranamente. (Lea: La ecografía bovina ayuda a planear el parto de la cría)
La técnica de ecografía en reproducción bovina se incrementa cada día por el veterinario clínico y el especialista en biotecnología de la reproducción, pues su utilización es demandada cada vez más por los ganaderos y los centros científicos, ya que su aplicación confirma o desestima la valoración realizada por palpación rectal, constituyendo un medio diagnóstico de certeza en la dinámica de las ondas foliculares, desarrollo del cuerpo lúteo, la determinación del estado de gestación precoz, sexado de las crías y la evaluación de los procesos patológicos del sistema reproductor, entre otros usos.
A la ecografía se le conoce también como ultrasonografía que sirve para evaluar terneros y toros reproductores, visualizar latidos fetales, implantar y hacer seguimiento a técnicas de reproducción asistida como la inseminación artificial, la transferencia de embriones o la aspiración folicular.
Uno de los objetivos de la ultrasonografía para detectar preñez es reducir el número de días abiertos, periodo importante en el intervalo entre partos, este periodo comprende las etapas de inicio de posparto, celo y su detección servicio e inseminación a la preñez. De acuerdo a estudios realizados la mortalidad prenatal es la principal causa de fallas en la preñez; dentro de éstas, la mortalidad embrionaria es la más importante
Esto ayuda a ahorrar tiempo y dinero puesto que una palpación de preñez, por ejemplo, solo debe realizarse 40 días después del procedimiento. Sin embargo, cada ocho días se podría hacer una ecografía de las vacas para obtener una idea más precisa de cómo se encuentra ese folículo, ese cuerpo lúteo y posterior a la inseminación, 20 días después, poder realizar una ecografía y diagnosticar la gestación.
Tampoco habría que esperar edades reglamentarias para que la novilla inicie su vida reproductiva, bastaría con que alcance sus 350 kilos de peso y un breve chequeo del aparato reproductivo a través del ecógrafo. Puede ser a los 24 o 28 meses de edad dependiendo del cruce porque ya es un animal púber apto para la reproducción y en ese momento se realiza una evaluación previa para ver cómo está el genital, si ya ha empezado a tener estructuras ováricas. (Lea: Nuevo método para la detección temprana de vacas no gestantes)
Técnicamente el ecógrafo es un equipo que produce ondas sonoras de alta frecuencia para representar en pantalla un tejido o un órgano interno del animal, como ocurre en las radiografías de humanos por lo que el procedimiento requiere de conocimientos previos.
Se debe conocer el ciclo reproductivo de la vaca, su anatomía, fisiología, cómo se comporta el útero luego de haber dado a luz una nueva cría, toda la parte biológica hay que saberla.
También existe la ecografía Doppler que muestra una imagen más nítida, con un color amarillo o naranja dentro de un plano blanco y negro, contrario a la ecografía normal que es blanco y negro.
Esta técnica representa menos riesgos que la palpación. Un buen barrido completo del genital puede tardar entre dos minutos y dos minutos y medio con una sonda que da una buena cobertura de imagen y no hay riesgo de lesiones para el animal.
A pesar de ser un método no invasivo se deben tomar algunas precauciones como aplicar el lubricante, usar guantes y cambiarlo cuando se pasa de una vaca a otra, además proteger la sonda con un guante y así también se evita la contaminación cruzada, hacer una manipulación suave sin causarle estrés al animal.