La incidencia de la dermatofitosis está en aumento desde hace años en todo el mundo y muchas veces la adquisición de conocimiento sobre el tema se dificulta por la existencia de diversas tendencias para su estudio.
Hay dermatólogos que plantean su estudio por el organismo causante, trazando luego su espectro patógeno al igual que se hace en el resto de enfermedades infecciosas. Otros señalan que cada especie tiende a producir su rasgo clínico propio, muy a menudo varias de ellas provocan erupciones idénticas, complicando el estudio de esta patología. Sin embargo, la revista científica de Veterinaria de América Latina ha descrito de qué se trata esta afectación y cómo se puede prevenir y tratar. (Ver: ¿Sus bovinos han sufrido de dermatofitosis cutánea?)
Qué es la dermatofitosis bovina
La dermatofitosis cutánea bovina (DCB), también conocida como dermatomicosis, flavus, herpes o tiñas pertenece a un grupo de enfermedades contagiosas de distribución mundial producidas por hongos que provocan lesiones en la piel, pelos y tegumentos cornificados.
Las lesiones características en los bovinos consiste en la presencia de placas circulares, blancas o grisáceas, secas y bien delimitadas, puede llegar a desarrollar una infección bacteriana secundaria a causa del rascado intenso. Las lesiones aparecen a nivel de cabeza y cuello y, en menor proporción, a nivel de miembros y región inguinal.
La transmisión se da principalmente en actividades grupales por contacto directo con animales enfermos o a través de corrales o materiales de trabajo como sogas o herramientas contaminadas. El estado inmunológico del animal es determinante, ya que factores como la desnutrición, aplicación de medicamentos inmunosupresivos, confinamiento y estrés son determinantes para la presentación de la dermatofitosis.
El diagnóstico se basa en la caracterización clínica de las lesiones, las cuales son circunscritas, costrosas y fácilmente sangrantes. Así mismo, se describen lesiones clásicas como pequeñas costras en la base de mechones de pelos, que posteriormente caen formando un área con alopecia focal, descamativa, de 1-8 cm de diámetro y pueden presentar picazón.
Tratamiento para la dermatofitosis bovina
El tratamiento para esta afección es tópico con soluciones de yodo o sistémico en caso de lesiones generalizadas con griseofulvina (50 mg/kg) o itraconazol (5-10 mg/kg).
El empleo de antibióticos, especialmente la Griseofulvina se ha recomendado en dosis variables, según las especies y categorías; en general para los bovinos es de 25g/50Kg. de peso corporal, por vía oral, mezclado con el pienso, diariamente por un período que puede fluctuar entre dos - cuatro semanas, sin embargo, resulta muy costoso y prolongado, particularmente en animales mayores.
También se plantea que la dermatofitosis bovina se combate por medio de la difusión de los antisépticos. Una fórmula muy útil es: yoduro de azufre, aceite fluido de algodón o aceite de oliva y solución de formaldehído al 10 %. La tintura de yodo aplicada diariamente, también es efectiva. En los casos de escamas gruesas están indicados los antisépticos en solución aceitosa o en forma de ungüento, debido a su acción emoliente, penetran con mayor facilidad.
Muchos casos curan pronto con aplicaciones de ungüento de azufre o de este mezclado con aceite. Otros antisépticos útiles son: el ungüento de Whitfield (ácido salicílico 1g; ácido Benzoico 2g y petróleo 30g) (rotenona o ácido pícrico al2 % de alcohol). Todas estas fórmulas se emplearan después del lavado con agua y jabón, previo al esquileo.