A mediados de abril, la BBC reportó que la raza más antigua de vacas lecheras británicas está en riesgo de extinguirse porque hay apenas 27 ejemplares. En el resto del mundo, según la FAO, ya han desaparecido alrededor de 90 razas bovinas. Aquí le contamos algunas de las que se han extinguido y otras que están en camino a dejar de existir.
La organización Rare Breed Survival Trust (RBST), una beneficencia que comenzó a monitorear y promover razas nativas en 1973, reveló que el inventario de ganado gloucester en Reino Unido se había reducido a la mitad entre 2006 y 2020, pasando de 54 a solo 27.
Este tipo de ganado se remonta al siglo XIII y su leche se utiliza para producir quesos como Single Gloucester. La raza también se utilizó en los experimentos de viruela de 1796 de Edward Jenner. (Lea: 5 razas de ganado criollo que están en peligro de extinción en Colombia)
La BBC entrevistó al ganadero y quesero Charles Martell, de 75 años, que ha mantenido un hato de más de 20 reses gloucester desde 1972, produciendo quesos como Stinking Bishop y Single Gloucester, respaldado con un estatus de producto con denominación de origen.
“Me parece una afrenta cuando conduzco por el condado para ver otras razas, no pertenecen aquí. Si todo el mundo tuviera vacas gloucester, la raza mejoraría enormemente y la gente tendría más para elegir”, expresó el productor ubicado en Dymock (Inglaterra).
Agregó que la raza gloucester alimentada con pasto tiene un uso más amplio que las vacas holstein de granjas intensivas que a menudo se alimentan con maíz y dan una gran cantidad de leche. Aunque lamentó la caída del inventario, aseguró que no estaba sorprendido.
Así como Martell y RBST, en el mundo hay ganaderos y organizaciones que se han encargado de proteger los recursos genéticos autóctonos. Sin embargo, estos esfuerzos se quedan cortos y las razas desaparecen. A continuación vea algunos ejemplos de clases de bovinos extinguidas.
Vaca ñata en Argentina y Uruguay
Una de las más famosas es la vaca ñata o niata, que fue estudiada por el reconocido naturalista Charles Darwin en la década de 1830, cuando visitó la pampa argentina y vio al extraño animal, quedando fascinado por su anatomía y especialmente por la peculiar forma de su cabeza.
En el Capítulo VIII del libro “Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo”, relató que este ejemplar que encontró en el pueblo de Colla (actual Rosario del Colla, Uruguay) guardaba con las otras clases de vacunos “la misma relación que los bulldogs con los demás perros”.
Lo describió con una frente “muy corta y ancha, y las extremidades nasales vueltas hacia arriba, mientras el labio superior está muy recortado”. (Informe: Colombia es reconocida globalmente por su ganadería sostenible, natural y ecológica)
“La mandíbula inferior sobresale de la superior y presenta una curvatura correspondiente hacia arriba, resultando aquí que siempre están enseñando los dientes; sus ojos se proyectan hacia afuera. Las ventanas de la nariz situadas altas, están muy abiertas”, agregó.
Además, sus patas traseras, comparadas con las delanteras, eran más largas de lo ordinario: “Sus dientes al descubierto, frentes anchas y estrechas, y fosas nasales vueltas hacia arriba, les dan un aire ridículo de arrogancia y provocación que supera a todo lo imaginable”.
La vaca ñata ahora está extinta, pero todavía hay un número limitado de esqueletos en algunas colecciones en todo el mundo. Un equipo australiano y suizo estudió la anatomía de esta raza con herramientas que no estaban disponibles en la época de Darwin.
Los hallazgos que encontraron fueron reveladores. En primer lugar, descubrieron que la variedad ahora extinta era una raza única y, a diferencia de algunos bulldogs, no sufría problemas respiratorios o de alimentación debido a su peculiar anatomía.
“Ahora también sabemos que la niata era una raza taurina, única entre el ganado debido a su hocico corto y su mordida inferior, una anatomía que dio lugar a diferencias en el funcionamiento de algunos mecanismos de alimentación”, aseveraron para Europa Press.
El caso de Brasil
De acuerdo con la lista de razas desaparecidas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), en Brasil desaparecieron 16 clases de ganado vacuno, más que en cualquier otro país de América.
Entre ellas, están el angola (cruce de cebú probablemente africano x Curraleiro en el siglo XIX), el javanés (mezcla de cebú Gris x Bovino local, desaparecido en la mitad del siglo XIX), la santa Gabriela (una raza experimental abandonada) o el southern criollo de origen portugués.
Según el organismo, la lista, aunque mundial, es incompleta, pues Hall y Ruane (1993) por ejemplo, sugieren que al menos 618 razas han desaparecido en el mundo. (Lea: Mil especies de plantas y animales en peligro de extinción, según Evaluación Global)
¿Por qué las razas desaparecen?
La organización continúa explicando que “la presión ejercida por el hombre y por los nuevos ambientes durante la domesticación de las especies animales ha sido la principal responsable de la aparición de variabilidad genética inter-razas y de la formación de muchas razas únicas”.
Entre las razones por las cuales estas variedades están desapareciendo, no solo están las presiones humanas que provocan una pérdida de diversidad, sino que además se superponen también, a menudo, con las catástrofes naturales. Una lista más específica comprende:
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Apreciaciones desequilibradas. Muchas razas pueden desaparecer cuando se pone el acento de forma excesiva sobre una característica o un producto específico, por ejemplo la cantidad de leche, sin preocuparse de la calidad.
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El cruzamiento indiscriminado y sin ninguna planeación puede hacer que se pierdan las razas originales, sobre todo cuando el cruce se combina con una aceleración de la reproducción, en particular con un mal empleo de la inseminación artificial.
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Ausencia de estímulo comercial en el uso de las antiguas razas. Los productores utilizan razas que producen más o lo que demanda el mercado para tener provecho en el corto plazo, concentrándose en una o varias razas en detrimento de la mayoría.
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Fallas en el equipo de congelación donde están congeladas las muestras (semen o embriones) de razas actualmente no representadas bajo la forma de animales vivos. Las muestras congeladas deberían ser conservadas en al menos dos lugares separados.
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Los cambios tecnológicos, particularmente la introducción de máquinas, pueden incidir de forma considerable en los sistemas agrícolas, causando la desaparición de razas locales especializadas en la tracción y el transporte, como ciertos bovinos.
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El uso de biotecnologías como la inseminación artificial y la transferencia de embriones pueden estimular el reemplazo de razas locales por otras de alta producción. Este es uno de los principales factores que amenazan a varias razas locales de bovinos lecheros.
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La agitación, las guerras y otras inestabilidades políticas de una región, en el curso de las cuales, poblaciones de razas locales que se encuentran en pequeño número, corren el riesgo de ser extinguidas.
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Las catástrofes naturales, como inundación, sequías y, particularmente cuando la población tiene alta densidad, las hambrunas, pueden resultar en la rápida pérdida de las razas con pocos ejemplares.
Las razas criollas en Colombia
En Colombia, las razas criollas bovinas han sido relegadas por otras variedades extranjeras tanto cebuinas como taurinas. Entre las causas de este desplazamiento, podría hablarse de un cruce indiscriminado o la ausencia de estímulo comercial de los recursos autóctonos.
El documento “Situación de los recursos zoogenéticos en Colombia”, elaborado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural en 2003 en conjunto con otras entidades públicas y privadas, explica cómo ha sido este proceso de paulatina extinción de la siguiente manera:
“En cuanto a las razas localmente adaptadas o razas criollas, estas fueron sometidas a un proceso de cruzamiento absorbente que las tiene en peligro de extinción, y actualmente solo participan en un bajo porcentaje (0.06%) de la población total y así mismo de la producción”.
El texto agrega que Colombia posee la mayor diversidad de bovinos criollos de América, por lo cual tiene la capacidad de desarrollar una producción ganadera sostenible y competitiva. No obstante, “sus recursos genéticos animales domésticos también se encuentran amenazados”.
Por esta razón, existen algunas entidades que están trabajando para que estos animales no desaparezcan, por lo que están realizando proyectos para preservar la genética de estos bovinos. (Lea: Razas criollas, en riesgo de extinción y sin plan de emergencia)
“Lo que debemos hacer es fomentar el uso de los toros criollos sobre la vacada extranjera, pues con esto lograríamos mucho más rápido el aumento de la población gracias a la precocidad sexual que tienen los criollos”, ha dicho a este medio el veterinario Marino Valderrama.
La FAO ha dicho que las clases de animales que no están en riesgo o estado vulnerado a desaparecer son aquellas con presencia de al menos 15 mil reses y más de 2000 hembras por región, lo cual no se cumpliría en el caso de los bovinos colombianos.
“Si partimos de esas cifras de la FAO ninguna raza criolla colombiana cumple y por eso unas más que otras están en estado vulnerable”, mencionó alguna vez para este portal Germán Martínez de la Asociación Nacional de Ganado Criollo de Colombia (Asocriollo).
Y explicó: “Las razas cebú absorbieron el país y aunque el cruce con las cebú es extraordinario, el ganadero cree que solo hay ventaja con las cebú y empezó a hacer cruces que llevó a las criollas al estado de peligro en el que están”.