En el portal veterinariadigital se expone que el rumen es un saco gigante que ocupa más de la mitad del volumen del abdomen en los rumiantes. En el caso de los bovinos, este rumen tiene una capacidad entre 100 y 150 litros, mientras que en ovinos es de seis litros. Las alteraciones de la rumia pueden ser de tipo mecánico o fermentativo. (Lea en CONtexto ganadero: El proceso de la rumia: Tránsito y absorción ruminal)

Enrique Rimbaud, experto en sanidad animal, asegura que para analizar que no haya una disfunción en la rumia y que los animales estén en buenas condiciones, a estos no se le deben ver las costillas, vertebras ni el ángulo de la cadera.

“El hueco del flanco, que es la última costilla, significa que tienen los animales no tienen la panza llena, lo cual indica que tienen que no están haciendo la digestión del alimento. El hueco del flanco vacío significa que no hay suficiente producción de gas, que llena el hueco, lo cual demuestra que no está haciendo bien el proceso de rumia”, describe Rimbaud.

Esto quiere decir que, lo que mueve el rumen es el agua, teniendo en cuenta que un bovino tiene que tomar entre 120 y 170 litros de agua por día para que el proceso de rumia se pueda dar en completa perfección.

En palabras de Rimbaud, esto lo deben hacer “no por la sed, sino por el movimiento debido a que todo el movimiento del rumen se da por medio del agua. Entonces, al faltar ese gas que produce el rumen, que son ácidos grasos volátiles, es lo que el rumen utiliza para absorber, pasa a la sangre y eso se transforma en aminoácidos”.

Basado en lo anterior, el aminoácido significa que es la proteína vital para el engorde de los bovinos, proteína para la leche, siendo el alimento fundamental para el desarrollo de los bovinos.

Por lo tanto, cuando hay una rumia disfuncional, el animal siente un fuerte dolor de barriga, lo que genera que se caigan al suelo y que sientan pocas ganas de caminar. Si caen cuando están en los corrales, al tener el piso húmedo, esto les brinda alivio al dolor que sufren los bovinos.

Tratamiento para rumia disfuncional bovinos

Para evitar que haya una disfuncionalidad en la rumia, “hay que ponerle un poco de maíz, melaza, que es fundamental porque da energía, además que promueve el desarrollo de la bacteria de protozoarios dentro del rumen, que son las encargadas de producir el gas”, expone el profesional. (Lea en CONtexto ganadero: El proceso de la rumia: Los movimientos ruminales)

Se puede hacer una mezcla de urea y melaza para brindarles a los animales y promover el desarrollo de las bacterias. Según Rimbaud, “nosotros no alimentamos a las vacas, alimentamos a las bacterias que están dentro”.