El antibiótico es utilizado para combatir los parásitos que pueden afectar a los semovientes. Sin embargo, hay posibilidades de que queden rastros del producto en la carne y la leche, situación que puede afectar la salud de los humanos. EE.UU., y algunas naciones de Europa lo prohíben. Controlar la presencia de parásitos, moscas, garrapatas o cualquier similar en los semovientes no es una tarea sencilla. Una de las estrategias que usan los productores son los baños, con ellos pretenden que ese tipo de insectos salgan del bovino y evitar así que la productividad del mismo se ponga en riesgo. No obstante, hay momentos en los que los ectoparásitos están más adaptados al medio y atacan con más persistencia los hatos, por lo que muchos empresarios apelan a aplicar dosis de ivermectina, un antibiótico que es capaz de terminar de un solo tajo una infestación de este tipo de animales. (Lea: Nicaragua reduce uso de desparasitantes en la carne) A pesar de su efectividad, el medicamento está prohibido en países de Europa y en Estados Unidos, toda vez que en la carne y leche que producen los semovientes pueden quedar rastros del producto, lo que a futuro tiene algunos efectos sobre la salud de los seres humanos. Michael Rúa Franco, zootecnista de la Universidad de Antioquia y especialista en Nutrición Animal de la U.D.C.A, explicó que producto al ser un metabolito se va quedando en la sangre y no se elimina en una sola dosis, sino que el cuerpo de los bovinos lo va procesando poco a poco. Añadió que es un medicamento que tiene alta residualidad en el excremento de los animales, y como las heces son una fuente de materia para los múltiples organismos vivos que hay en los ecosistemas como son las lombrices, gusanos, escarabajos, bacterias y hongos, al entrar en contacto con la boñiga mueren. (Lea: Conozca estrategias para reducir el uso de antiparasitarios) De igual forma, agregó que eso desencadena una serie de efectos que se desencadenan a partir de allí, pues esas especies no tienen acceso a su principal fuente de alimento, no pueden hacer nidos, mientras que la tierra empieza a presentar escasez de materia orgánica, lo que contribuye a que el suelo no sea fértil. “Eso genera un impacto fuerte sobre el productor, porque lo lleva a comprar otro tipo de insumos para ayudar a la tierra, lo que incrementa los gastos de producción. Todo eso se deriva de una situación que el mismo ganadero propicia”, precisó. Rúa Franco aseveró que hay múltiples estudios al respecto y citó 2. En el primero, elaborado en Argentina, revisaron el efecto de las ivermectinas residuales en carne y leche. El análisis halló que el medicamento genera resistencia en el cuerpo humano porque al ser un antibiótico e ingerirlo en pequeñas dosis de forma recurrente, genera problemas de fertilidad entre hombres y mujeres. (Lea: Aprenda a manejar parásitos pulmonares y gastrointestinales) La segunda revisión del tema referenciada por el experto fue hecha por Luiz Carlos Pinheiro Machado, un brasilero que se ha encargado de difundir la tecnología del pastoreo racional Voisin, quien advierte que en el mundo se han presentado problemas de daños a nivel cerebral, neural y en el tejido nervioso a causa de esos antibióticos. Lo más grave, de acuerdo a lo que expresó el zootecnista, es que el desparasitante puede dejar células cancerígenas en el cuerpo de los humanos, todo eso ha conducido a que la mayoría de países de Europa y Estados Unidos hayan tomado la determinación de prohibir su uso en el manejo de los animales. En tanto, Roy José Andrade Becerra, PhD en Microbiología y docente de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, UPTC, en 2014 publicó una investigación de la mano de Jenny Carolina Moreno Morales y Martín Orlando Pulido Medellín, en donde cuantificaron la ivermectina eliminada materia fecal por unos novillos tratados con dicho antibiótico. (Blog: ¿En qué consiste el control integrado de parásitos?) El estudio pretendía, a través de la técnica de la Cromatografía Líquida de Alta Resolución, observar en 10 novillas de diferentes razas la eliminación del producto a través de la materia fecal. Allí se halló que al segundo día de haberse aplicado el antiparasitario la concentración del mismo era muy alta y solo hasta los 20 días, había una disminución. “Los resultados de este estudio muestran la presencia de ivermectina en las heces del ganado bovino, lo que genera un impacto ambiental negativo frente a la entomofauna coprófaga encargada de la degradación de la materia fecal, ya que las diferentes concentraciones del producto continúan con su función insecticida al ser eliminadas en el excremento”, detalla el texto. Además, en la misma línea, los expertos alertan que cierta parte del desparasitante está siendo asimilado por diferentes órganos internos de los semovientes que fueron estudiados, por lo que no hubo una eliminación total del producto suministrado. (Lea: 5 consejos para un control integrado de parásitos en vacas) ¿Qué pasa en Colombia? A pesar de la prohibición que existe en otras naciones, en la nuestra no hay ningún tipo de restricción para adquirir esa clase de producto. Ante esa situación, el experto sugirió que la venta de las ivermectina debería hacerse bajo fórmula médica y con el visto bueno de un médico veterinario, para que su uso esté regulado y se aplique en casos necesarios. Rúa Franco aseguró que la efectividad del medicamento para eliminar garrapatas es lo que lo hace tan apetecido y comercial, ya que tiene ese mismo efecto con las moscas, los parásitos gastrointestinales entre otros organismos. Sin embargo, se ha desarrollado un producto cada vez más concentrado para que haga efecto, por lo que los rastros en la carne y leche son cada vez mayores. “Lo ideal es que el producto se use en un caso extremo, llámese infestación de garrapatas o cuando la salud del bovino esté en riesgo. Considero que así como nos venden a nosotros los antibióticos con una fórmula, así mismo debería hacerse en el caso de la ivermectina”, detalló, y remató diciendo que debería existir una reglamentación para que quienes vendan el producto sin el respectivo aval, sean sancionados. (Lea: Con la alopatía se controlan parásitos en ganado ecológico)