La fertilidad en las vacas es muy importante, por eso hay que aprovechar el ciclo estral. Sin embargo, existen limitantes en el proceso. Conozca cómo influye el balance forrajero en este proceso y también su importancia.
Enrique Rimbaud, experto en salud animal, dice que la condición corporal se puede manifestar en 5 etapas de condición corporal. Por lo que para que una vaca se preñe debe estar en una condición corporal mayor al grado 3, es decir que no se le vean las costillas, la columna y que los huesos de la cadera se vean redondeados. Cuando la hembra se encuentra en grado dos, existe muy poca probabilidad que quede preñada.
Muchos productores con frecuencia se preguntan cómo llegar al grado 3 en condición corporal de sus animales, a lo que el experto responde que esto se puede regular, pues un animal tiende a comer el 10% de su peso vivo.
“Es decir una vaca de 400 kilos va a comer 40 kilos por día. Generalmente los productores hablan del material vegetativo que tienen en su finca, pero no calculan si ese material alcanza para todas las vacas durante un año y desafortunadamente nadie calcula eso, siendo ese el balance forrajero”, expone Rimbaud. (Lea: ¿En qué consiste el balance forrajero y cómo calcularlo?)
Ese 10% de peso vivo del que habla el profesional debe contener por lo menos un 20% de proteína, dos mega calorías de energía y los minerales suficientes, teniendo en cuenta que los dos últimos se tienen cómo suplir, pero no hay manera de suplir la proteína.
“Entonces, para eso hay que hacer fórmula matemática en donde primero debo llevar un control inventario de toda la finca. Esto quiere decir, cuántos toros, bueyes, toretes de dos o tres años, de más de tres años, de uno o dos años, cuántos terneros, cuántas vacas preñadas y paridas, entre otros. Se tiene que pasar la finca de manzanas a hectáreas”, describe Rimbaud.
Para el profesional, toca pasar ese inventario a unidad ganadera que es una vaca de 400 kilos en mantenimiento en una hectárea. Esta operación se lleva a cabo con una fórmula matemática en la que un toro hace referencia a 1.2 unidad ganadera, una vaca una unidad ganadera, una vaquilla de tres años a 0.8, una de dos a tres años a 0.6, una de uno a dos años 0.4 y una ternera 0.2. (Lea: Aprenda a hacer un balance forrajero y planificar su disponibilidad)
En palabras de Rimbaud, con esto, “se calcula en tantas hectáreas que tengo de finca, tantas unidades ganaderas que se tiene y ahí se calcula la carga animal. Esas unidades ganaderas, en vez de calcularlas por peso vivo, se hará por materia seca. Una vaca come el 3% de su peso en materia seca, quiere decir que si tengo 100 unidades ganaderas, van a comer 30 kilogramos de materia seca por día”.
Hay que tener en cuenta que cada kilogramo de materia seca equivale a unos 3.5 - 4 kilos de materia verde, teniendo en cuenta que no se ha mencionado la calidad, pues de este aspecto se derivan elementos claves.
La idea es que una vez se haga calculo, se pueda saber “que tengo la materia seca suficiente para alimentar a las vacas, que tengo la materia seca por encima de la que necesitan las vacas y que tengo la materia seca por debajo de la que necesitan las vacas. Si me da que la tengo es suficiente ahí me quedo, si me da que tengo de más me está sobrando pasto y puedo hacer reservas, pero generalmente lo que me da es por debajo entonces toca salir a comprar y así se regula el consumo diario y verifico si lo que tengo es suficiente o no para el ganado”, detalla Rimbaud.
Finalmente, cuando esto se hace, se tiene la cantidad, para luego pasar a corregir la calidad que está basado en hacer las correcciones de los porcentajes de proteína faltantes y de energía.