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Criterio para descartar vacas

Foto: Fedegán FNG

Las vacas que no logran destetarse preñadas deben ser descartadas, ya que la reproducción es un factor esencial.

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¿Por qué el criterio para descartar vacas NO debe ser el número de partos?

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

Descartar vacas únicamente por el número de partos puede llevar a errores que afecten la productividad general del hato. La clave está en evaluar el desempeño reproductivo como prioridad y complementar con análisis productivos para asegurar un hato más eficiente y rentable.

La productividad y eficiencia de un hato ganadero no deben regirse únicamente por la edad o el número de partos de las vacas. Así lo explicó el médico veterinario zootecnista Juan Diego Páez Sierra en un video publicado en la cuenta Sinergia Gestión Agropecuaria, donde destacó que los criterios para descartar vacas deben estar basados en aspectos productivos y reproductivos, priorizando siempre el desempeño reproductivo.


El enfoque correcto para descartar vacas


Páez Sierra afirmó:

“El criterio para descartar las vacas no debe ser el número de partos o la edad que la vaca tenga. El criterio para descartar las vacas debe ser un criterio productivo y/o reproductivo, teniendo en cuenta que el reproductivo manda sobre el productivo.”

En este sentido, las vacas que no logran destetarse preñadas deben ser descartadas, ya que la reproducción es un factor esencial en la sostenibilidad económica del hato. Una vez se han establecido buenos parámetros reproductivos, es posible avanzar hacia una selección basada en criterios productivos, descartando aquellas vacas cuyos terneros presenten bajo peso o mala calidad al destete.


¿Qué pasa con el número de partos?


El especialista también señaló que el número de partos, a menudo usado como indicador principal para decidir el descarte, no siempre es un reflejo del desempeño real de la vaca:

“El número de partos es simplemente un número, puede haber vacas de 10 partos que se preñan año a año y entregan un excelente ternero, y puede haber vacas de 2 a 5 partos con pésimos terneros al destete o destetándose vacías.”

Este enfoque rompe con la visión tradicional que muchas veces prioriza la edad o la longevidad como parámetros para definir la permanencia de una vaca en el hato.


Ventajas de un criterio reproductivo-productivo


Adoptar esta metodología permite a los ganaderos:

  1. Mejorar la rentabilidad del hato: Al descartar vacas improductivas o con problemas reproductivos, se optimizan los recursos destinados a la alimentación y manejo.
  2. Aumentar la calidad del hato: Las vacas que permanecen son aquellas con mayor capacidad de producir terneros de calidad.
  3. Tomar decisiones basadas en datos: El seguimiento del desempeño reproductivo-productivo garantiza decisiones objetivas y medibles.