El manejo sanitario es clave para tener un hato que sea rentable y competitivo y para ello el tema de las vacunas y los registros juegan un papel muy importante.
Así lo planteó Jorge Humberto García quien señaló que con las vacunas a los animales de la finca se busca reducir grandes pérdidas, que generalmente no se ven, ni estudian, por el simple hecho de, ni siquiera llevar los registros más simples, como numeración de animales, fechas de nacimientos, pesos al nacer, tiempos entre partos, registros de aplicación de medicamentos, etc.
Lo más grave, dijo, es la falta de información, lo cual es grave para cualquier negocio y así es como debe entenderse la ganadería para que sea rentable. Además, aquí hay una gran cantidad de variables, razón por la que se debe poner el mayor cuidado posible. (Lea: Higiene y sanidad en el hato, sinónimo de rentabilidad ganadera)
Una de esas variables es precisamente la sanidad animal que es tan importante como la alimentación, infraestructura, manejo, genética, bienestar animal, mercado y administración, entre otros, y por eso hay que ponerle el ojo para evitar pérdidas.
Hoy en el país existe un gran número de enfermedades que están repartidas por todas las regiones ganaderas, entre estas esta la fiebre aftosa y la brucelosis, las cuales cuentan con una vacunación obligatoria y sobre las cuales existe un control general.
Pero además de estas hay un número de enfermedades que ya están en Colombia, y solo para tratar las relacionadas con el tema reproductivo están IBR, Diarrea Viral Bovina, Leptospira, y otras más que producen abortos en los hatos y son muy grandes e incalculables los daños causados en la ganadería si se tiene en cuenta cual puede ser el valor de la perdida al tener un aborto en las vacas, cifra que a veces se toma muy a la ligera, solo dándole el valor al animal perdido.
Sin embargo, hay otros factores que se deben considerar al estimar las pérdidas por abortos como el tiempo que estuvo la vaca sin preñarse y el demorado en la gestación hasta producirse el aborto, el precio del animal perdido, el precio de la leche dejada de producir por la vaca si es un programa lechero, el precio del tratamiento que se debe hacer con el animal y el tiempo que hay que esperar para que vuelva a preñarse y tener la nueva cría, todo lo cual puede ser una cifra muy alta.
Según algunos cálculos que se han hecho en otros países, el valor de un aborto en ganadería puede superar los 1000 dólares. Sin embargo, es importante considerar el valor del animal, la producción perdida, la curación y los tiempos perdidos. (Lea: De dónde partir para hacer un buen plan sanitario en su ganadería)
Estas cifras son muy grandes pero a veces no se les da la verdadera importancia, y por lo tanto no se mira cómo programar un plan de prevención, que pueda ayudar a reducir dichas perdidas. Por eso, dijo, “insisto a mis colegas que estamos demorados en hacer uso de vacunas para evitar estos problemas ya que según estudios serios de laboratorios, la incidencia en el territorio nacional ya es alta llegando a porcentajes mayores, hasta de un 90 % en algunas de estas enfermedades”.
Lo más interesante, es que un tratamiento para controlar varias de estas enfermedades puede tener un costo bajo por dosis, debiéndose replicar cuando se hace por primera vez a los animales a los 30 días, para que así se alcance el mayor porcentaje de inmunidad y para que se genere memoria, siendo replicado de ahí en adelante cada año y con una sola dosis, señaló García.
En total para iniciar el programa en uno de los animales el valor es bajo, sin embargo si se mira en un gran número de animales puede perecer elevado, pero si se compara con lo perdido con solo un aborto no es nada y mucho menos si el número de animales es pequeño, el consto es insignificante con relación a un solo caso fatal.
Además de ver la falta de programas preventivos, en muchas fincas, todavía se observa que se comete un error fatal al aplicar medicamentos, vacunas, purgas, etcétera, y es usar uno sola aguja en un grupo de animales, siendo posible estar replicando enfermedades entre los mismos, cuando el costo de una aguja es muy bajo y así se utilicen varias en el año el precio se paga con solo un litro de leche o 500 gramos que produzca un animal al día en programa de ceba. “Es muy baja la inversión comparada con el gran daño que podemos causar al propagar una enfermedad entre los mismos animales de nuestro hato”, manifestó.