/ "logoHeader")
/)
El plan sanitario abarca todas aquellas prácticas o acciones programadas que buscan reducir los riesgos de salud para los animales ya sea con medidas de manejo, la aplicación de vacunas o de antiparasitarios y otros productos logrando así prevenir la presentación de enfermedades.
Así lo planteó Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero elaborado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), donde indicó que a excepción de las enfermedades de control oficial como la fiebre aftosa, la brucelosis bovina y la rabia que cuentan con una normatividad específica y un calendario oficial de vacunación, las prácticas de prevención para las demás enfermedades deben definirse teniendo en cuenta la región, el tipo de producción y la raza de los animales, así como las características propias de cada finca y siempre de la mano de un médico veterinario.
Un plan sanitario se entiende como el conjunto de medidas para preservar la salud del hato y empieza por asegurar desde el primer día de vida el consumo adecuado de calostro por parte del recién nacido ya que es la primera fuente de inmunoglobulina o defensas contra las diferentes enfermedades.
La curación del ombligo con solución desinfectante, generalmente a base de yodo, es otra medida que se debe incluir en un plan sanitario buscando prevenir enfermedades al recién nacido.
Enfermedades de control oficial
En cuanto al plan vacunal se encuentran las enfermedades de control oficial como la fiebre aftosa cuya vacunación la realiza Fedegán-FNG en animales de todas las edades durante dos ciclos nacionales cada seis meses. Así mismo, hay un ciclo adicional en la zona de frontera con Venezuela para animales de menos de 24 meses. (Lea: De dónde partir para hacer un buen plan sanitario en su ganadería)
La brucelosis bovina se incluye en el plan vacunal para todas las hembras bovinas entre tres y nueve meses de edad a las que se les aplica dos mililitros vía subcutánea.
Es necesario identificar los animales vacunados para evitar repetir el procedimiento de brucela que se realiza dentro de los ciclos semestrales que realiza Fedegán-FNG ya que esta vacuna debe aplicarse una sola vez en la vida.
A su vez la vacuna contra la rabia bovina se aplica, igualmente, durante los ciclos oficiales en los animales de cuatro meses de edad en adelante, aunque una sola vez al año y solamente en las zonas establecidas por la resolución del ICA en el ciclo vigente y de acuerdo al criterio del médico veterinario podría aplicarse en otras zonas, según la presentación que se dé.
Otras enfermedades
Sin embargo, existe otro grupo de enfermedades que se deben incluir en el plan sanitario de prevención de cada finca de acuerdo con el criterio del médico veterinario y se aplica fuera de los ciclos de vacunación oficiales.
Es el caso de la vacuna contra carbón sintomático, septicemia o edema maligno y neumonía, la cual debe aplicarse por primera vez en animales de tres meses de edad en adelante y efectuar la revacunación entre 15 y 21 días después de la primera dosis y posteriormente de manera anual. (Lea: ¿Qué debe contener un plan sanitario?)
La revacunación asegura la respuesta inmunológica del animal por lo que no realizarla es perder la plata de la primera aplicación y arriesgar la salud de los animales.
La vacunación contra el carbón bacteridiano se puede realizar desde los tres meses de edad de los animales y con revacunación entre los 21 y 30 días de la primera aplicación y posteriormente de manera anual.
Otras enfermedades como la rinotraqueitis infecciosa bovina, la diarrea viral bovina y la leptospirosis, que se incluyen en el complejo reproductivo bovino cuentan con un biológico conjunto que, en ocasiones, incluye paratuberculosis y campilobacter.
Este biológico se aplica de manera general desde los tres meses de edad con refuerzo entre los 21 y 30 días y revacunación anual siempre teniendo en cuenta el manejo de la finca y el criterio del médico veterinario.
Entre tanto, enfermedades como la babesiosis y la anaplasmosis también se deben incluir en el plan vacunal, según el criterio del médico veterinario.
El manejo de la finca, las medidas de bioseguridad para los animales, la compra o ingreso de animales libres de estas enfermedades y provenientes de hatos libres es la mejor forma de controlar estas patologías.