En la pared de la pezuña se pueden presentar algunas lesiones como fisuras verticales y horizontales, así como anormalidades congénitas o adquiridas como la patología de pezuña en forma de tirabuzón. Conozca de qué se tratan. Pezuña en tirabuzón El crecimiento anormal del tejido córneo del pie bovino en forma de tirabuzón o sacacorchos puede generar lesiones de uña, incomodidad al caminar y dolor podal, debido a la distribución desigual del peso entre los dedos. Esta patología es una condición hereditaria que afecta tanto los miembros anteriores como los posteriores, principalmente las pezuñas externas de las patas traseras. (Lea: Seis preguntas para mantener las pezuñas en buen estado) También presenta lesiones secundarias como hemorragias de la suela, fractura de la línea blanca y úlceras solares. Los cambios anatómicos son de difícil corrección y se requiere de mucha experiencia en el recorte funcional para llegar a formar una superficie plana y correcta. Un trabajo de investigación de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Córdoba sobre trastornos podales en vacas doble propósito de fincas del departamento comprobó que el 36,47% de los 170 animales estudiados (esto es, 62) sufrían de pezuña en tirabuzón. De los 62 bovinos, 11 presentaron la patología en los miembros anteriores, 42 en los posteriores y 9 en ambos. Se trató de la enfermedad podal con mayor prevalencia de las evaluadas en el estudio. (Lea: 70 enfermedades pueden afectar las patas del bovino) Fisuras verticales De acuerdo con el blog En las patas de las vacas, estas fisuras se dan en la separación vertical del periople y la sustancia córnea de la banda coronaria que se extiende en distintas direcciones. Se presenta con mayor frecuencia en el ganado de carne (Hereford, Angus y Charolais) que en los de producción derecha. La etiología consiste en lesiones que comienzan con una o más fisuras pequeñas que se extienden a través del corion perióplico y la banda coronaria, pudiendo llegar a la superficie de apoyo. Hay factores predisponentes como traumas, deshidratación y laminitis. Afortunadamente, muchas fisuras en toros de carne suelen ser benignas y no necesitan tratamiento, aunque en caso de infectarse, se deben recortar los bordes para facilitar el drenaje y luego colocar antibióticos. Fisuras horizontales Es una depresión de profundidad variable que se prolonga desde la pared axial a la abaxial. Pueden ser síntomas de un episodio de estrés o déficit nutricional. (Lea: Cojeras en bovinos, enfermedad para no descuidar en su hato) Generalmente son poco profundas, parciales e intrascendentes, a diferencia de las verticales, que por su profundidad pueden ocasionar grave dolor al animal y terminar incluso en una pododermatitis séptica difusa.