Del trabajo riguroso del ICA depende que Colombia no pierda su estatus sanitario por cuenta del foco de Aftosa que se presentó en Tame y el reciente brote en Yacopí. Ismael Zúñiga Arce, es médico veterinario, tiene una maestría en salud pública y un PhD en ciencias veterinarias. El 30 de junio de 2016 dejó de trabajar en el Fondo Nacional del Ganado y por ende el Ciclo de Vacunación contra la Fiebre Aftosa dejó de ser su responsabilidad, la misma que asumió durante varios años y le permitió a Colombia obtener el estatus de país libre con la aplicación del biológico de dicha enfermedad. (Lea: Ismael Zúñiga, el hombre detrás de la erradicación de aftosa en el país) Tras el foco que se presentó en Arauca y Cundinamarca, que fueron reportados por el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri Valencia, este medio se puso en contacto con Zúñiga Arce, quien no ocultó su preocupación ante los efectos que se están desencadenando ante la presencia de la Aftosa, la misma contra la que batalló durante mucho tiempo. Aseveró que el estatus de país libre con vacunación fue suspendido, sumada a la clausura de los mercados que le compran carne de res a Colombia como son Perú, Ecuador y Panamá; así como efectos sobre la carne de porcino y los lácteos, productos que podrían verse perjudicados de acuerdo a la decisión de las naciones importadoras de adquirir cualquier materia prima que pueda difundir el virus. A eso se le suma el cierre de mercados locales y regionales como son las exposiciones comerciales en las zonas afectadas, y las cuarentenas que impiden el ingreso y egreso de todas las ganaderías, incluidas aquellas determinadas por el ICA, afectando a todos los ganaderos de la región. (Lea: En Colombia hace falta capacitación sobre la fiebre aftosa) “Otras consecuencias pueden ser cuestionamientos y desconfianza al programa por parte de los países al sur de la frontera con Colombia, así como la dispersión del brote a otras fincas y poblaciones. Lo más grave es el desconocimiento real que originó el foco inicial; el ICA dirá que fue por cuenta del contrabando y no asumirá su responsabilidad ante la falta de control durante la vacunación o el no haber hecho el monitoreo serológico permanente en la frontera para observar el comportamiento del virus”, argumentó Zúñiga Arce. El experto indicó que la normalidad sanitaria volverá en la medida que la autoridad sanitaria establezca procedimientos estrictos, por lo que para obtener una recertificación rápidamente se requiere la implementación de lo que denominó como una ‘zona de contención’, determinación que permite mediante la definición de la menor área posible de cuarentena, ejecutar aislamiento, sacrificio de animales enfermos y contactos así no tengan el virus, suspender mercados, repoblar para comprobar la ausencia de la enfermedad, y así volvería todo a estar como si nada hubiera pasado. Ese proceso puede lograrse en 6 meses y hasta 2 años, pero de no lograrse la erradicación, Colombia podría volver a ser un país endémico tal y como ocurre en Venezuela, por lo que deberá volver a empezar todo un proceso. (Lea: Los logros de Colombia contra la fiebre aftosa a lo largo de 30 años) “De paso debe trabajarse arduamente para evitar nuevos focos, por eso es necesario revisar los esquemas de vacunación en todo el país, especialmente en las zonas fronterizas. Hay que añadir un esfuerzo más: ejercer un control del contrabando en donde haya monitoreo de poblaciones en todos los predios ubicados en cercanías al cruce que une a Colombia con Venezuela”, sugirió. Añadió que las inspecciones serológicas permanentes sobre esos predios no pueden faltar, así como programar los proyectos y actividades en el SIT. Concluyó que los ganaderos deben ser más exigentes con el ICA y pedirle al Gobierno una reestructuración de la entidad en todos sus programas sanitarios, en donde se establezcan metas, evaluación y se tenga clara la exigencia de las responsabilidades asumidas. (Lea: Mejor ‘prevenir que curar’, no se dejará de vacunar contra la aftosa) “Es vital implementar un laboratorio de bioseguridad tipo 3abc agricultura para el manejo del virus aftoso, para que así se evite el riesgo de que aparezca la enfermedad por descuido tal como ocurrió en la Sabana de Bogotá entre 2005 y 2007”, reveló. Zúñiga Arce se unió al clamor de muchos ganaderos y le pidió al Gobierno que le designe a Fedegán la responsabilidad en la ejecución de los ciclos de vacunación, así como el establecimiento de una comisión integrada por representantes de todos los sectores pecuarios para evaluar los programas sanitarios a cargo del sector oficial.