El Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, viene trabajando con los productores colombianos en la implementación de especies con mejores rendimientos, lo que se ve reflejado en los resultados positivos de los semovientes.
Implementar unos pastos adecuados en una producción ganadera no es una decisión que se puede dejar al azar. Se debe tener en cuenta el tipo de suelo, la variedad de semilla e incluso conocer el comportamiento que determinada especie puede tener sobre un terreno. Ese tipo de trabajo lo viene haciendo el CIAT.
Stefan Burkart, es un alemán con PhD en Economía que llegó en 2009 a Colombia para hacer su tesis de doctorado con el CIAT y la Universidad de Humboldt. En 2014 se radicó definitivamente en el país y actualmente hace parte del programa de Forrajes Tropicales de dicha entidad. (Lea: Los 5 mejores pastos para el ganado en el trópico bajo)
Su conocimiento lo usa para fomentar cadenas de valor, modelos de negocios, análisis económico de los sistemas forrajeros, además de tecnologías nuevas que favorezcan la adopción de variedades nuevas de pasturas.
Burkart, destacó el interés que tienen los productores colombianos por implementar forrajes mejorados, toda vez que la tasa de empresarios que están que apelando a ese tipo de pasturas viene creciendo. Sin embargo, reconoció que hay ganaderos que prefieren seguir trabajando con pastos nativos, por lo que el reto está en capacitar a la población y darles a conocer los beneficios que generan esa clase de variedades, especialmente en lo que respecta a sistemas silvopastoriles. (Lea: Las pasturas también ayudarían a mitigar el cambio climático)
“Ellos (sistemas silvopastoriles) contribuyen a la productividad, en primera instancia, pero también favorecen el medio ambiente. Si la población tiene claro esos aspectos, pueden cambiar sus pensamientos. Ese es el reto”, apuntó.