Babesia bigemina, especie común entre los bovinos, sería el hemoparásito causante de la babesiosis en los ovinos de Montelíbano (Córdoba), enfermedad que puede reducir los índices productivos de estos animales.
Así lo establece el estudio adelantado por Luis Eduardo Carvajal Navarro, magíster en Ciencias – Microbiología de la Universidad Nacional, quien se propuso identificar en muestras de sangre de ovejas de esta zona a qué especie pertenecía el parásito del género Babesia sp. que las contagió de babesiosis, ya que en el país no se tenían reportes de esta. (Lea: Conozca cómo es el Ciclo biológico de parásitos gastrointestinales)
Este parásito, con un tamaño de alrededor de 1 a 2,5 micras, produce en el animal una sintomatología asociada con fiebre, elevación de la hemoglobina en la orina, ictericia y anemia, la cual se presenta del 30 al 50 % de los casos, debido a que cumplen un ciclo de vida tanto a nivel de la garrapata –su vector– como en el huésped intermediario, que en este caso es el rumiante.
“En animales domésticos como bovinos, equinos, caninos, felinos, porcinos, caprinos, ovinos y bufalinos se han identificado especies de Babesia. En este estudio nos enfocamos en los ovinos, pues por el ciclo biológico del hemoparásito, los glóbulos rojos del animal se ven afectados dando como resultado anemia”, explica el investigador.
El trabajo consistió en la identificación molecular de los parásitos a partir de datos clínicos y muestras de sangre recolectadas en la zona. En este participaron el doctor Carlos Esteban Suárez, de la Universidad del Estado de Washington; Jimmy Jolman Vargas, del grupo Control Genético en Salud Animal del Instituto de Genética de la U.N., y Eusebio Suárez, en el municipio de Motelíbano. (Lea: Los parásitos no son tan malos como parecen)
El 56 % de los animales fueron de la raza africana y solo el 19 % de razas puras. En total 46 ovinos presentaron niveles de hematocrito menores a 25 %; los más afectados fueron los animales entre tres y once meses de edad. Para el diagnóstico directo de babesiosis se realizó extendido de sangre, y solo en cuatro muestras (2,4 %) se encontró Babesia spp. y no se observó presencia de garrapatas.
“Estas muestras sanguíneas se evaluaron mediante metodología molecular PCR, empleando unos cebadores enfocados en amplificar ADN de Babesia bigemina y Babesia bovis”, indica el investigador, quien comenta que gracias a estos estudios se dieron cuenta de que la especie presente era B. bigemina, que por lo general se encuentra en vacas, no en ovejas.
Parásitos compartidos
En el país se ha reportado babesiosis en ovinos en departamentos como Valle del Cauca, Tolima, Caldas y Quindío. Este estudio se enfocó especialmente en Montelíbano (Córdoba), debido a que sus condiciones de precipitación pluvial y temperatura se prestan para la reproducción de la garrapata, el vector de esta enfermedad. (Lea: Investigación de parásitos en búfalos fue reconocida en Canadá)
Además la población de ovinos en este departamento es alta, aunque en el país la explotación de la especie ovina se puede considerar baja, con un registro de 1.449.705 ejemplares que, según datos del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), están distribuidos principalmente en La Guajira (44,27 %), Magdalena (7,41 %), Boyacá (7,3 %), Cesar (6,97 %) y Córdoba (6,66 %), que agrupan el 72,61 %.
Sin embargo, se trata de una población de importancia sanitaria, ya que la especie ovina es susceptible a enfermedades epidemiológicamente importantes y cumple un papel en la supervivencia y diseminación de agentes virales, parasitarios o bacterianos, muchas veces por malos cuidados, como el parásito estudiado por el investigador Carvajal.
“Las condiciones de tecnificación de la mayoría de las producciones ovinas del país no son adecuadas, dado que las actividades de vacunación, baños e infraestructura no se enfocan en esta especie, algo que sí se presenta con los bovinos, a los cuales se les presta especial atención en temas de bioseguridad”, señala el magíster. (Lea: Enfermedades ganaderas asociadas a las lluvias)
“Según la identificación que hicimos de Babesia bigemina en los animales del muestreo, mantener estos ejemplares sin la adecuada atención sanitaria llevaría a que, a pesar de ser portadores, no se encuentren incluidos en el plan de cuidado, prevención y tratamiento de la enfermedad”, manifiesta el investigador, quien comenta que bajo estas condiciones estos animales se podrían convertir en reservorio del hemoparásito.
Fuente: Agencia de Noticias UN.