Para hablar de éxito en una empresa ganadera se deben tener en cuenta tres retos nombrados por expertos, quienes aseguran que deben funcionar a la perfección para que el productor garantice la rentabilidad de su negocio y el retorno de su inversión.

Luis Fernando Méndez, ingeniero agrónomo y gerente de Zootech Energytech SAS, indica en una charla con Fedegán que en orden de importancia y teniendo en cuenta los retos, el primero que hace referencia a que el tiempo es muy valioso, por lo tanto está relacionado con que una vez se haga estos aportes de tiempo y valor profesional, “eso se debe ver reflejado en los gastos administrativos o gerencia del negocio”. (Lea: Es mejor la ganadería sostenible que la tradicional)

Una de las formas de llevarlo a cabo es analizar que en ganadería el productor no se gana un sueldo fijo, para lo cual es importante establecer un margen de ganancia por cada litro que produce la operación que se realiza.

“De este modo, el productor se vuelve un trabajador que crea valor con su conocimiento, pero se va a poner un sueldo si es productivo. Por ejemplo si se pone 11 o 15 pesos por cada litro que produce mensualmente, se presiona a ser competitivo”, expone Méndez. 

Siguiendo con el segundo reto de diferenciación de los negocios, el profesional expresa que hay que tener claro la operación lechera es distinta a otras actividades, teniendo en cuenta que los ganaderos rentables en el negocio que conoce, comúnmente no son los dueños de tierra sino con operaciones y empresas constituidas que arriendan terrenos para desarrollar la ganadería de leche.

En palabras de Méndez, esto se ve reflejado en que cuando un productor “opera ganadería de leche en su propia tierra, tiene un estatus de comodidad financiero que le permite contar con pocos logros técnicos y operativos. En cambio quien arrienda un terreno es rentable o es rentable porque de lo contrario va a tener para pagar la tierra y así sencillamente cierra la operación”. (Lea: ¿En su negocio hay retorno de inversión? Si la respuesta es no, mire en qué está fallando)

Por lo tanto, cuando un dueño de predio impone que la operación debe pagar un costo de oportunidad por el uso de su tierra, empieza a apalancar competitividad en su negocio, teniendo en cuenta que la forma de liquidar ese valor es establecer un canon de arrendamiento mensual en pesos por hectárea. “La forma de hacerlo es mirando cómo están los arrendamientos en el sector dónde está ubicada la finca”, comenta Méndez.  

El académico añade que el tercer reto llamado negocio sin retorno de inversión no es negocio está relacionado con que cada ganadero debe crear un plan de retorno de la inversión dentro de su empresa ganadera.

“Quien piensa que debe tener un negocio ganadero donde los ingresos son capaces de cubrir todos los gastos operativos, o sea que llegó al punto de equilibrio, se puede catalogar como mentalidad de empresario pobre porque el punto de equilibrio es totalmente insano y así no se deben planear las metas”, señala Méndez.

A esto hay que sumarle que la utilidad operativa que se encuentre por debajo del 15% del ingreso es insuficiente para la sostenibilidad del negocio. De acuerdo a lo recomendado por el académico, este tipo de actividades debe generar una utilidad operativa mayor al 20% de los ingresos generados para que se pueda desarrollar un plan de retorno de inversión.

Finalmente, Méndez afirma que “cuando empecemos a pensar en este tipo de cosas como pagar el tiempo laboral, pagar su tierra y plantearse un plan de retorno de inversión, lo que le están creando al negocio es dinamismo para la utilidad operativa, es decir están retando al sistema para que o somos operativamente rentables o mejor no ser, siendo eso lo que nos impone el mundo”. (Lea: 5 tips para tener una ganadería exitosa)