Saber dónde, cuándo y qué se necesita para iniciar a trabajar con una ganadería regenerativa son algunas de las respuestas que el productor debe resolver tan pronto tome la decisión, para luego pasar al cómo.
Diego Manrique, neoganadero e influencer regenerativo, indica en una charla de Fedegán que para comenzar en ganadería regenerativa “si su ganado nunca ha tenido cerca eléctrica, entonces lo primero es presentarle esta herramienta al ganado, porque a los animales hay que enseñarlos. Los animales deben ver cómo se pone, preferiblemente en pequeños espacios o en el mismo corral porque siempre habrá una vaca curiosa que tocará”. (Lea:Ganadería regenerativa, un modelo sostenible para Colombia)
La idea del experto es comenzar con el proceso hasta que todos los animales vean y entiendan todos los efectos que la cerca eléctrica puede generarles.
Luego de esto, el profesional asegura que para llegar al cómo, el productor debe arrancar con densidades bajas refiriéndose puntualmente a que “normalmente nuestros ganados vienen de potreros extensivos, por lo que cuando ellos se empiecen a ver más reducidos necesitamos empezar a observar cuál es el animal que más se estresa, el más nervioso para que así poco a poco empezamos a aumentar o a bajar la densidad gradualmente”, describe Manrique.
Si por ejemplo, el productor tiene 50 cabezas de ganado en 100 metros por animal, entonces quiere decir que va a necesitar 5.000 metros, pero si disminuye hasta 50 metros por bovino, entonces va a necesitar la mitad.
“Esas 50 vacas las voy a poner en potreros o parcelas de 2.500 para ver en qué momento el ganado rompe la selectividad al pastorear. Esto ultimo quiere decir que los animales empiezan a comerse de todo. En nuestro caso, nuestros bovinos en el trópico se acostumbraron solamente a lo que es ‘supuestamente bueno’, pero hay muchas arbustivas que no tocan y que tienen altos porcentajes de proteína, calidad en su dieta y que sirven para que esta sea más diversa” detalla Manrique.
En esta búsqueda del cómo, el productor debe aprender a interpretar bostas, lo que se refiere a que se debe aprender a observar el estiércol de los animales.
En palabras de Manrique, en su caso lo primero que hace al llegar a su predio es revisar “que los ganados tengan una condición corporal óptima porque eso quiere decir que el pastoreo, la suplementación y el agua se están dando de manera que es para luego pasar a mirar las bostas”.
Estas acciones pueden parecer difíciles porque a veces se habla de hacer bromatológicos que son importantes. Sin embargo, en el análisis de las bostas, el experto se refiere a observar las condiciones en las que están.
Manrique dice que estos exámenes bromatológicos toman mucho tiempo, eso hay que ver si “hay unas bostas anilladas, porque esto puede significar mucha fibra o falta de agua. Si es la primera quiere decir que la suplementación no está funcionando y que los animales están llegados pasados a los potreros, si es la segunda es porque hay que revisar si los animales están bebiendo lo suficiente”.
En el caso de las bostas muy aguadas pueden reflejar que se estén presentando problemas intestinales, como también que los animales pueden llegar a los pastos antes de tiempo lo que significaría que hay mucha proteína en la dieta.
A esto hay que sumarle que el experto asegura que se debe invertir tiempo en la observación “hay que estar siempre en el potrero mirando los animales, cuáles son los de mayores requerimientos y cuál es el comportamiento animal. Hay que pasar tiempo en medio del ganado”. (Lea: Ganadería regenerativa, su restauración y gestión del suelo)