Aquí le presentamos algunas opciones para convertir los residuos en las cadenas de producción animal en un producto con valor en el mercado. Esto no solo es conveniente para la empresa desde el punto de vista ambiental sino también desde el económico.
Como explicaron Alicia Inés Varsavsky, coordinadora del área científico-técnica, y Daniel Fernández Dillon, presidente de la Fundación Nexus en Argentina, gestionar los residuos con estrategias de reutilización/reciclado no solo se beneficia la empresa desde el punto de vista económico (los gastos en la gestión de residuos pasan a ser inversiones) sino también en una disminución de los potenciales conflictos así como es una mejora ambiental.
Los autores ofrecieron ejemplos de desarrollos que se pueden aplicar independientemente del tamaño y tipo de empresa, que tienen «bajas exigencias en cuanto a los requerimientos de equipamiento/tecnificación». Si bien el concepto de «residuo cero» es poco realista, se puede enfocar esfuerzos y optimizar procesos para minimizar el impacto y aplicar alternativas que siempre serán mejores que el relleno sanitario.
Residuos generados en frigoríficos y plantas pesqueras
El proceso más conocido y desarrollado es la elaboración de harinas, que pueden ser de carne, huesos, vísceras y pescado). Al ser materiales fácilmente degradables, una gestión coordinada para reducir los tiempos entre la generación y el procesamiento evitan su acumulación y marcan la diferencia en la calidad del producto final.
Según los autores, la sangre es un «problema más serio», pues «se trata de un material muy fácilmente degradable, fuertemente contaminante». Sin embargo, cuando se gestiona de forma adecuada, se pueden obtener harinas de muy buena calidad. (Lea: 7 consejos para el buen manejo de residuos en la finca ganadera)
Estiércol en establecimientos productores/procesadores
Al igual que en el caso anterior y pese a haber muchas alternativas de procesamiento, los avances son muy lentos. Están las opciones más simples como el uso directo como fertilizante hasta la generación de biogás o la producción de carbón (biochar en inglés). La elección del producto como de la tecnología depende de la evaluación que haga cada empresa de la alternativa más viable.
Para ello se deben evaluar aspectos tales como la superficie disponible, la cercanía a centros poblados, los volúmenes generados, la disponibilidad de personal, la posibilidad de afrontar los costos iniciales, las opciones de comercialización, el interés en capacitarse, etc. (Lea: ¿Cómo aprovechar los residuos a lo largo de la cadena cárnica?)
No obstante, los expertos advirtieron que se pueden presentar barreras culturales, como prejuicios, temores y rechazos, especialmente con pequeños y medianos productores). La falta de conocimiento es determinante y se traduce en temores por iniciar una nueva práctica, así como el temor de que las inversiones necesarias superarán la capacidad de la empresa.
Fertilizantes
La opción más simple y tradicional para el estiércol es usarlo como fertilizante de tres formas: sin procesamiento, en compostaje o peletizados. Aun cuando el estiércol ha sido un recurso valorado como fertilizante, Varsavsky y Fernández advirtieron que debido a la intensificación en la producción hay un desequilibrio entre el volumen generado en ciertos puntos y las superficies agrícolas disponibles para una aplicación económicamente sustentable.
A esto se suman variables asociadas a su composición derivadas de las estrategias veterinarias y nutricionales en uso en la actualidad, que pueden potencialmente convertirlos en residuos peligrosos. Un claro ejemplo es la contaminación con metales pesados, dentro de los cuales se incluyen algunos elementos necesarios para la vida (por ejemplo cobre, zinc y selenio).
Cuando su concentración en un residuo supera determinados límites, debe ser tratado como peligroso con las complicaciones que ello implica. También es cierto que en muchos casos permiten corregir deficiencias de micronutrientes en los suelos. (Lea: ¿Cuál es el manejo óptimo para el estiércol en fincas y qué función cumplen los biodigestores?)
Sin embargo, dado que las concentraciones son muy variables, es necesario medirlas para poder así dosificarlo de forma tal de evitar contaminar en forma directa o indirecta suelos y cuerpos de agua. Esto no implica que no puedan ser utilizados como fertilizantes. Significa que se deben tomar precauciones. Para evitar cometer errores es necesario caracterizarlos.
Combustibles
Entre las opciones que requieren mayores inversiones, «las más difundidas y estudiadas son el uso directo como combustible y la generación de biogás». De forma reciente ha cobrado importancia el proceso de generación de carbón a partir de combustiones incompletas (como el biochar) con múltiples usos (desde energía hasta enmienda de suelos).
«Convertir un residuo en energía que puede ser aprovechada en el mismo establecimiento es una opción atractiva pero muchas veces se plantean como barreras infranqueables costos, controles, equipos necesarios y capacitación del personal», precisaron. (Lea: ¿Cómo es el manejo y disposición de desechos de maquinaria?)
Cabe destacar que actualmente tanto empresas comerciales como organismos de investigación aplicada han desarrollado una variedad muy amplia de equipos y metodologías que permiten seleccionar lo que mejor se adapte a cada establecimiento según su tamaño, posibilidad de inversiones, cantidades a procesar, etc.